Algo más de 200 personas han participado este domingo en la marcha convocada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) en Castellar de la Frontera (Cádiz) para mostrar su rechazo a la venta, por parte del gobierno de España, de la Finca La Almoraima. Un latifundio de 15.000 hectáreas y que es "clave" para la economía de la pequeña localidad.
Finalmente el parlamentario de IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, no acudió a la cita aunque si lo hizo el sindicalista Diego Cañamero quien, ante los medios de comunicación, ha mostrado su rechazo "a la venta de una finca fundamental para la economía del pueblo y de una comarca que soporta mucho paro".
En esta línea, Cañamero ha criticado que el PP "quiere privatizar la finca para que sus amigos construyan aquí un helipuerto y demás pero que la riqueza no se reparta entre el pueblo". A su entender, "se podrían dar muchos jornales pero pasa lo de siempre, los terratenientes se imponen y las ayudas que llegan de Europa se la reparten entre unos pocos".
Además de insistir en sus críticas contra los terratenientes andaluces, Cañamero cree que la mala gestión de la finca "se debe a la dejadez y a que así se justifica que lo público no es rentable".
Por último, ha anunciado que la de este domingo es la primera de las iniciativas del SAT en defensa de "una Almoraima pública", y que culminarán el 22 de marzo "con una gran movilización social que nos llevará a Madrid para desalojar al PP del gobierno".
La marcha transcurrió, sin incidentes, desde la Plaza de Andalucía hasta las puertas de la finca y posteriormente el SAT tenía previsto celebrar una asamblea abierta. Además del sindicato también respaldaron la marcha otro grupos de la zona como el colectivo de trabajadores españoles en Gibraltar, los ecologistas de Agaden, o las Juventudes Andalucistas.
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