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El fiscal eleva la petición de cárcel para una mujer por atropellar tres veces seguidas a su expareja

La Fiscalía de Málaga ha elevado su petición inicial de pena hasta los 11 años de prisión para una mujer acusada de intentar acabar con la vida de su exmarido, supuestamente, arrollándolo tres veces seguidas con el coche

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La Fiscalía de Málaga ha elevado su petición inicial de pena hasta los 11 años de prisión para una mujer acusada de intentar acabar con la vida de su exmarido, supuestamente, arrollándolo tres veces seguidas con el coche. Además, solicita que se le prohíba acercarse a la víctima; mientras que la defensa insta a que se le condene sólo a un año de cárcel.

   El juicio ha quedado visto para sentencia este miércoles en la Sección Segunda de la Audiencia de Málaga. Los hechos tuvieron lugar en enero de 2013 en el aparcamiento de un supermercado de la barriada malagueña de Churriana, donde, según el fiscal y la acusación particular, fue la mujer porque sabía que se iba a encontrar a su expareja y con la intención de acabar con su vida.

   Así, para el ministerio público, se trata de un delito de asesinato en grado de tentativa y en sus conclusiones definitivas ha incluido la agravante de parentesco, por la relación que habían mantenido, lo que ha hecho elevar la pena de prisión de ocho a 11 años. Además, solicita que se le prohíba comunicarse o acercarse a la víctima durante 12 años y pague una indemnización.

   La fiscal considera que hubo alevosía "por triplicado" y que la acusada tenía la intención de matar a su exmarido, apuntando que en los dos últimos intentos de atropello, la víctima estaba en indefensión. No obstante, admite que se le aplique una atenuante de la responsabilidad penal por trastornos psicológicos, puesto que los especialistas dijeron que estaba "discretamente afectada".

   La acusación particular comparte todos estos planteamientos, incluida la petición de prisión, menos en lo que se refiere a la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima, ya que entiende que tiene que ser por más tiempo, 15 años; y a una mayor distancia. Por su parte, la defensa considera que los hechos se corresponden con un delito de lesiones o, alternativamente, con uno de homicidio en grado de tentativa.

   Y es que la representación de la mujer rechaza totalmente que tuviera intención de matar a su expareja y que su actuación fuera premeditada y con ánimo homicida, asegurando que no fue a ese lugar porque sabía que iba a estar su expareja, sino que lo vio por la calle. Sobre su estado mental, señala que se debe aplicar una eximente incompleta por alteración psíquica.

   En este sentido, el letrado ha indicado que existen informes que hablan de que la mujer tiene varios trastornos de personalidad, además de ansiedad y "una crisis profunda y duradera que le ha arrastrado hasta el delito". De hecho, este miércoles han declarado dos psiquiatras que han coincidido en que la mujer no estaba en el momento de los hechos en condiciones de controlar sus impulsos.

   En su derecho a la última palabra, la acusada, que se encuentra en prisión provisional, ha reiterado que no pretendía matar a su expareja y ha asegurado que se hizo policía local porque había tradición familiar, pero no porque sea una persona violenta, más que para sí misma. Asimismo, ha insistido en la situación mental que tenía y que padece desde hace años.

   En su declaración en el juicio, la mujer admitió que arremetió contra él, pero sólo una vez después de verlo "muy bien, mientras que yo estaba mal"; pero negó que quisiera matarlo. "No era yo en ese momento, no era consciente de nada", aseguró la acusada, que estaba de baja por depresión, pero que le habían notificado que se tenía que incorporar a la Policía Local, lo que causó estrés.

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