El tiempo en: Cádiz
Publicidad Ai

Deportes

‘El Grande’ de Europa (4-1)

Un Sevilla inmejorable logró la machada frente al Oporto tras media hora de ensueño que bien vale una semifinal

Publicidad AiPublicidad Ai
  • Camino a la gloria -

Nervión ha vuelto a escribir una página para la historia. Con el inicio soñado. Así arrancó un duelo vibrante en el que los de Emery golpearon primero gracias al tanto desde la pena máxima en el minuto 5 de partidos, tras el penalti cometido de Danilo sobre Bacca. Pero es que pudo ser más. Eléctricos los nervionenses que rozaron el segundo en una acción en la que Vitolo no logró a rematar al fondo de las mallas por centímetros. Al igual que Reyes en el 16 con un trallazo al que llegó milagrosamente el meta luso. El Sevilla quería el segundo y bien lo merecía.

Y llegó, a base de ataques imparables se gestó el sueño. Primero en el 26, Vitolo aprovechó la prolongación de Bacca para batir con mucha calidad a Fabiano. Y luego, sin casi tiempo para la celebración, el propio colombiano hizo el tercero con una obra magistral sólo al alcance de muy pocos.

Media hora de ensueño bien vale una semifinal europea. Como antaño, jugando al fútbol, presionando y golpeando en cada ataque. Menudo gozo ver jugar a un equipo que da hasta su última gota de sudor sobre el campo. Y mientras, el Oporto desesperado. Desconcertado por completo sobre el césped de un Pizjuán que vibraba como en la noches más memorables de estos años de oro.

En el segundo, los portugueses intentaron asustar sacando toda su artillería y con continuados ataques, algunos con peligro como el larguero de Quaresma en el 53. Momento en el que además el Sevilla se quedaría con diez tras la segunda amarilla a Coke. El peligro acechaba.

Hasta que Gameiro cortó por lo sano y mandó a los portugueses a su casa con la cara pintada y con una goleada mítica. Corría el minuto 78, con un Sevilla que defendía con uñas y dientes, cuando una contra magistral entre Rakitic y Vitolo terminó rechazado por el portero en las botas del delantero francés que volvió a marcar un partido más y que llevó a Nervión a la plena locura.

Sentenciado, el sueño consumado y la realidad, unas semifinales que el conjunto de un sobresaliente Emery logró con todo el mérito del mundo. Esta es la casta y el coraje, la de un Sevilla que junto a su afición es capaz de todo. El tanto de Quaresma en el descuento, testimonial ante la fiesta.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN