El Gobierno japonés confirmó hoy que acatará la reciente sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ordenó el pasado marzo al país asiático revocar los permisos de caza de ballenas en la Antártida por considerar que es ilegal.
El Ejecutivo nipón remitió un escrito a un parlamentario que preguntó en el hemiciclo si el Gobierno había tomado ya una decisión definitiva al respecto.
Japón está "profundamente decepcionado" con la decisión de la CIJ pero "cumplirá con la sentencia" como país que respeta la legalidad, se insistió en el texto.
En 2010 Australia denunció a Japón ante el tribunal por considerar que su "programa de investigación científica" en el océano Antártico tapaba en realidad un programa de pesca con fines comerciales.
La CIJ consideró en su veredicto del pasado 31 de marzo que este programa no era legal porque no se ajustaba a los "fines científicos" exigidos por la legislación internacional para poder llevar a cabo este tipo de prácticas.
En el texto remitido al parlamentario, el Gobierno también dijo que estudiará a fondo la sentencia y estudiará pasos futuros.
El país asiático no ha descartado la posibilidad de proponer en el futuro un nuevo programa científico, cuyas características difieran de las actuales, para poder pescar de nuevo en la Antártida.
Esta semana Japón informó de que durante la última campaña en el océano Antártico pescó 251 ballenas, más del doble que el año anterior (cuando pescó su mínimo histórico) aunque solo una cuarta parte de lo previsto debido al acoso llevado a cabo contra los balleneros nipones un año más por el grupo ecologista Sea Shepherd.
Japón tiene vigente otra campaña de captura de ballenas con fines científicos en el Pacífico Norte, y además sigue pescando con fines comerciales especies más pequeñas de cetáceos, incluidos defines, en sus costas.