Antes de procesionar, dentro de la parroquia, los jefes de procesión, tras haber hecho la distribución de cada uno de los puntos que compondrán el desfile, tienen que llevarlo a la práctica. Una vez en la calle son muchos los cargos a desempeñar. Unos se ocupan de organizar las filas de los penitentes, llevando a cada uno a su sito para que se respete la distancia que debe haber entre uno y otro, otros llevan campanas que indican la marcha y parada de la procesión, ya que en diversos lugares del recorrido se cantan saetas.
Viernes Santo
Así, Inmersos ya en el corazón de la Semana Santa, Torremolinos volvió a vivir en plenitud la esperada jornada del “Viernes Santo”, definido por el desfile procesional de las Imágenes Titulares de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, el Primero realizado por el imaginero Paco Palma García en 1937, y la Segunda, atribuida a Paco Palma Burgos, hijo del autor de la Imagen del Cristo, que recorrieron las calles del municipio en un cortejo formado por más de ochocientas personas y marcado por el recogimiento propio de esta jornada.
La procesión partió a las 19,00 horas de la Parroquia Madre del Buen Consejo, con la Cruz Guía a la cabeza, acompañada por dos Faroles y la Banda Municipal de Música de Torremolinos, seguida de una Sección de nazarenos del Cristo cuyos miembros vestían túnica y capirotes rojos, con cirios blancos, así como capa blanca para los mandos de la Sección.
La Cofradía exhibió también en esta jornada el Guión de la misma, escoltado por dos Faroles y seguido por el Estandarte; Escudo de la Cofradía; Libro de Reglas; Bocinas y Antorchones, tras los cuales desfilarán las tradicionales Mantillas.
El Trono de Nuestro Padre Jesús Nazareno, estrenado en 2011 y del que destaca su flamante cajillo de madera totalmente terminado, obra de los hermanos Cubero, de Priego de Córdoba, era portado por 80 hombres con túnica burdeos, y en el conjunto llamaron una vez más la atención las capillas con las Imágenes de los patronos del municipio, San Miguel Arcángel y la Virgen del Carmen, así como los Faroles y el grabado del anagrama de la Cofradía.
La Imagen del Nazareno, con túnica burdeos, exhibió su elegancia y profundo recogimiento sobre un monte de romero recogido muy pocas horas antes en la misma Sierra de Torremolinos, y bajo el mismo no faltaron detalles de claveles rojos e iris de color morado, con el acompañamiento de la Agrupación Musical San Lorenzo Mártir, de la Cofradía de Viñeros de Málaga, seguida de la ya tradicional y numerosa penitencia de fieles.
La Imagen de Nuestro Padre Jesús lucía un año más las potencias realizadas en plata de ley y bañadas en oro por el orfebre Cristóbal Angulo, que fueron donadas en su momento por los hombres de Trono del Cristo y hermanos de la Cofradía.
En cuanto a la Sección de la Virgen, estuvo encabezada por el Estandarte, al que acompañaban Faroles y demás enseres portados por penitentes vestidos con túnica y capirote negros y capa blanca para los mandos.
El desfile procesional contó con la presencia de los párrocos de las iglesias del municipio, así como representaciones de las hermandades del Carmen, San Miguel, San Juan, Calvario y Sagrario Corazón de Jesús.
Asimismo, la Corporación Municipal, presidida por el alcalde, Pedro Fernández Montes, estuvo un año más ampliamente representada en el cortejo, y junto a la misma desfilaron miembros de la Policía Local con uniforme de gala, completando las representaciones oficiales las de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y Policía Local de Torremolinos, cuerpo éste Hermano Honorario de la Cofradía.
Delante del Trono de la Virgen desfiló la Junta de Gobierno de la Cofradía y señoras ataviadas con la clásica Mantilla, además de monaguillos, acólitos con hachones y el ya recuperado “pertiguero”, y serán 90 los portadores, ataviados con túnica negra, los que llevaron un Trono acompañado musicalmente por la Agrupación San Isidro Labrador de Churriana, a la que siguió la ya tradicional y masiva promesa de fieles.
Como de costumbre, la procesión tuvo momentos de especial brillantez en varios puntos del itinerario, donde cantaores aficionados y profesionales, entre ellos los recientes ganadores del Concurso de Saetas “Ciudad de Torremolinos”, interpretaron saetas, dejando patente su profunda devoción por los Sagrados Titulares y poniendo el sello andaluz más genuino a esta conmemoración de la muerte de Cristo.
Además de la Salida y el Encierro, momentos también especialmente significados del completo desfile procesional de este “Viernes Santo” fueron, por su gran simbolismo y singularidad, los que se vivieron durante el recorrido de la comitiva por la emblemática calle San Miguel, estandarte del cosmopolitismo del municipio líder turístico que es Torremolinos.
Igualmente, especial sabor y emotividad tuvo el discurrir de la comitiva por las calles del barrio del Calvario, donde probablemente mejor se puede apreciar la inequívoca identidad andaluza de esta Semana de Pasión torremolinense, en cuyo “Viernes Santo” hubo también otro momento muy esperado: cuando los Titulares, en el mismo corazón del barrio, saludan a las puertas de la Parroquia de Cristo Resucitado, sede de la Cofradía del Calvario, como prólogo al tradicional encierro, al filo de la medianoche, en el incomparable escenario de la plaza “Pablo Ruiz Picasso”.
Como ya es costumbre, este año la Cofradía repartió también entre los vecinos del municipio reposteros color burdeos con el Escudo de la misma, con los que se engalanaron numerosos balcones a lo largo de todo el recorrido procesional, una iniciativa que contribuye al realce de una jornada de “Viernes Santo” tan esperada como tradicionalmente brillante y emotiva.