La Audiencia de Almería ha condenado a cinco años y once meses de prisión a un hombre de 35 años que apuñaló a su expareja en una pierna tras abordarla en un establecimiento público de Níjar (Almería) cuando se encontraba junto a su novio, su padre y un amigo, y en presencia del hijo de seis años de edad de ambos.
V.C.F. se personó en el local acompañado de su madre, también condenada por una falta, y tras amenazar de muerte a su excompañera, de 29 años, agredió a sus acompañantes. Después, salió del establecimiento, fue a su coche, cogió una navaja, y consiguió apuñalar a la mujer después de forcejear con el novio, quien acudió a socorrerla.
En el transcurso de la primera agresión, la madre del acusado, de 67 años, zarandeó a su exnuera y la "cogió de los pelos" aunque sin causarle lesiones, por lo que el tribunal de la Sección Tercera le impone el pago de un multa de 90 euros por una falta de maltrato de obra.
V.C.F., condenado en firme a la pena de dos años de cárcel por malos tratos habituales que se encontraba en ejecución, ha sido condenado como autor de un delito de lesiones con deformidad a cinco años de cárcel y a once meses de prisión por un delito de amenazas en el ámbito de la violencia contra la mujer. En un caso se aplica la agravante de parentesco, mientras que en el segundo se considera la agravante de reincidencia.
La Sección Tercera le impone, asimismo, el pago de 360 euros en multas por una falta de lesiones cometida contra el amigo de su exmujer y dos faltas de maltrato de obra contra el novio y el padre, a quienes propinó "bofetadas" y "golpes en espalda y pecho".
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, recoge como probado que en la noche del 29 de junio de 2012 el acusado, acompañado de su madre, y dos menores de edad, "al ver" a su excompañera sentimental junto a su actual pareja, su padre y un amigo en una hamburguesería de San Isidro, en Níjar, entró en el local y le dijo que la tenía "que matar".
Después de que su madre "zarandease y cogiese de los pelos" a la víctima, V.C.F. abofeteó en varias ocasiones a su exsuegro y al amigo del grupo que le "recriminó su acción".
A continuación, según remarca el tribunal, salió a la calle y tras ir a su vehículo que se encontraba aparcado en la calle, entró nuevamente en el establecimiento con una "navaja de 32 centímetros de longitud" y se dirigió hacía su excompañera, "a quien arrastró agarrándola del cabello".
El suelo "resbaladizo" hizo que ambos "cayeran al suelo" y, una vez ahí, el acusado "intentó clavar la navaja a la mujer, lo que intentó impedir su novio, que acudió a socorrerla forcejeando con V.C.F.". Pese a esto, "propinó un corte en la pierna a la mujer, lo que le causó la sección parcial de los músculos del muslo izquierdo".
La víctima precisó para su curación tratamiento quirúrgico y 20 días de reposo aunque le ha quedado como secuela una cicatriz "hipertrófica e hipocrómica" de 15 centímetros de longitud y en "forma de L", lo que le ocasiona una "repercusión estética importante y visible".
La Audiencia Provincial prohíbe a V.C.F. acercarse a su expareja a menos de 500 metros y comunicarse con ella por ocho años, un alejamiento que reduce a seis meses para sus acompañantes en el momento en que se produjo el ataque. El acusado también deberá indemnizar a la víctima con 2.500 euros.