Tiene 55 años y su sueldo de Policía Local es el único que entra en casa, al estar otros miembros de la familia en paro. Y es por ello que José Guzmán, trabajador del Ayuntamiento de Montejaque desde hace más 20 años, se ha puesto hoy en huelga de hambre a las puertas del Consistorio, al haber sido suspendido de empleo y sueldo durante medio año por el alcalde de la localidad, Diego Sánchez. El empleado municipal habla de un presunto caso de abuso de autoridad.
La decisión del agente de policía, uno de los dos que prestan servicio en el pueblo, se ha producido hoy tras que le fuese comunicada esta decisión del alcalde, mediante un decreto. La medida cautelar implica los extremos denunciados por el inculpado, contra el que el regidor ha abierto una causa por una presunta falta grave: "Todo se debe a unas multas de tráfico que decidí anular en agosto; lo hice porque entendí los argumentos de las personas contra las que interpuse las sanciones, y una vez que el alcalde me dijo que lo hiciera, pero explicándole por escrito los motivos. Pequé de tonto, porque di un argumento al alcalde para que, en la primera ocasión que ha encontrado, haya utilizado este tema contra mí". En efecto, el regidor hizo una consulta jurídica a Diputación y el ente provincial informó de la presunta falta. El detonante de la situación, en todo caso, se habría producido ayer, según la versión del policía, tras que éste, policía en segunda actividad que no en activo, dijera al alcalde que no le correspondía realizar un cometido que el regidor le encomendó: "Le dije que si quería que hiciera ese trabajo, que va contra la ley, me lo pusiera por escrito. Y él me dijo que me daría otro escrito, y hoy me han hecho llegar el decreto", lamentó el funcionario.
José Guzmán, que comenzó su protesta en el interior del Ayuntamiento, tuvo que abandonarlo a las tres de este mediodía, al personarse la Guardia Civil en las instalaciones "porque el alcalde les llamó para que me echaran". La protesta, acompañado de su mujer y otros familiares, ha seguido durante toda la tarde a las puertas de la Casa Consistorial, "y aquí voy a seguir hasta las últimas consecuencias si el alcalde no da marcha atrás". Guzmán, diabético, sólo está bebiendo algo de agua. Hoy le ha visto ya un médico, que le ha recomendado que deje la medicación de la diabetes si no va a ingerir alimentos: "El alcalde está actuando contra mí, como lo hace contra mi familia, sencillamente porque no le votamos. Son razones políticas. Me ha chantajeado de una forma fuera de lo normal", aseguró el agente de Policía.
Familiares de José Guzmán hablan de una caza de brujas en el pueblo, y de una situación de máxima tensión política en este pueblo de apenas 1.000 habitantes "porque el alcalde está actuando contra todos los que han dicho que no le votaron. Es una persona autoritaria", dijo una vecina.
El regidor ha rehusado hacer declaraciones a este periódico y sólo apuntó que se limita "a cumplir la ley".
