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Jaén

El TSJA precisa que la decisión del jurado fue de cinco a cuatro

El jurado popular declaró a Jesús A. P. ‘no culpable’ de un delito de asesinato

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El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha aclarado que el veredicto del jurado en el juicio contra el marido de la enfermera muerta en Jaén no había sido por unanimidad, como aseguraron en un principio fuentes del caso, sino que fue declarado "no culpable" por cinco votos a cuatro.


El TSJA explicaba, en un comunicado, que fue declarado inocente por lo mínimo exigido por la Ley del Jurado y que en caso de que se declarara la culpabilidad, serían necesarios al menos siete votos.
J.A.P. fue declarado no culpable del asesinato de su mujer por un jurado popular el jueves por la tarde cuando hizo público su veredicto entre los aplausos de familiares y amigos tanto del acusado como de la víctima. Según el abogado de la defensa, Diego Ortega, fue uno de los juicios más duros" e "intensos" de los vivido por él. Y que tanto para el acusado como para la familia ha sido “una auténtica pesadilla".


El fiscal y la acusación particular mantenían el miércoles en sus conclusiones definitivas su petición de pena de 18 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía con el agravante de parentesco, ya que consideraban que la mató aprovechando que dormía, asfixiándola al taparle la boca y la nariz con un objeto blando, sin especificar el qué.


Después aseguraban que el marido se fue a dormir a casa de un amigo debido a la crisis matrimonial que atravesaban y que al día siguiente llamó al 112 fingiendo que la había encontrado mal e intentando reanimarla.


Por su parte, la defensa siempre ha mantenido que la muerte pudo producirse a consecuencia de una adicción de la mujer al Propofol, anestésico que se inyectaba y que fue encontrado junto a dos jeringuillas y otro material sanitario en el dormitorio de ella.


Asimismo, achacaban los resultados de la autopsia a una mala praxis de los forenses jienenses que la realizaron y a que se interpretaron como lesiones internas efectos "post morten" por la situación en la que estuvo durante horas el cadáver encima de la cama pero con la cabeza hacia abajo.

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