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La esperanza de los comedores escolares de verano sigue sin consumarse

La Junta anunció la apertura de comedores escolares durante verano para atender a los hijos de familias desfavorecidas; sin embargo, de momento abona ayudas especiales a la espera de poder abrirlos en agosto

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  • Comedor escolar -

Disponer de leche, un 'brick' de batido, una pieza de fruta o algo de pan con chacina puede convertirse en un privilegio para muchas familias jerezanas a día de hoy. La crisis económica azota Jerez y como es habitual hace más daño al eslabón más débil, los niños. Llega el verano y miles de menores pertenecientes a familias en riesgo de exclusión social dejan de beneficiarse de las comidas que disfrutan durante el curso escolar, tres comidas que, en algunos casos más extremos, son las únicas que disfrutan a lo largo del día.
Según los últimos datos sobre “riesgo de pobreza infantil”, aportados por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, el 30 por ciento de los 44.000 menores que residen en Jerez, un total de 13.200, atraviesan por una situación de pobreza relativa. A nivel provincial, más de la mitad de los menores que acuden a los comedores escolares que ofrecen los centros se encuentran en riesgo de pobreza. A nivel regional son 24.894 los usuarios de estos comedores escolares, y un 55 por ciento (13.766 niños) tienen que solicitar el total de la subvención para poder acceder a una alimentación adecuada. Los datos nacionales, aportados recientemente por Unicef-España, afirman que cerca del 27% de los niños españoles se encuentran en riesgo de pobreza relativa o exclusión, esto quiere decir un total de más de 2.200.000 niños. Unos datos espeluznantes que han obligado tanto a instituciones como al ámbito privado a tomar medidas.
La principal es la apertura de los comedores escolares en distintos colegios de infantil y primaria de la ciudad anunciada por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía durante la época estival. Con las vacaciones son muchos los centros escolares que cierran sus puertas, aunque algunos están a la espera de seguir con su actividad durante los meses de julio y agosto ante la gravedad de la situación por la que atraviesan muchas familias de Jerez con menores. La Junta de Andalucía anunció la apertura de dichos comedores en distintas zonas de Jerez, sobre todo en aquellas más afectadas por la crisis. Sin embargo, no hay respuesta y los centros siguen sin abrir. Según los datos aportados recientemente por Políticas Sociales, más de 2.000 menores gaditanos (2.624) podrán hacer uso de estos comedores durante un verano que encara su primera quincena. En definitiva, podrán acceder a una alimentación sana y necesaria, pero la apertura se resiste en llegar.
El verano pasado algunos centros de la ciudad de zonas en peligro de exclusión y en la que las comidas del colegio literalmente son las únicas que disfrutan los menores tuvieron que presentar medidas excepcionales al margen de las instituciones, aunque coordinados por Servicios Sociales. Niños de la Zona Sur se beneficiaron de un plan que incluía tres comidas al día gratis incluidas en el decreto de solidaridad y garantía alimentaria que puso en marcha el gobierno andaluz. Además de almorzar en el comedor, estos menores se pueden llevan a casa una bolsa que incluye la merienda de ese día y el desayuno de la jornada siguiente. Bolsa de vergonzoso, pero necesario, racionamiento que incluye un brick de leche o batido, una pieza de pan envasada, algo de chacina también envasada, una fruta y un paquete de galletas para esas dos comidas. La medida se llevó a cabo para que un total de 11.000 niños de toda Andalucía pudieran tener acceso a la alimentación.

Medidas desesperadas
Marcos Antonio Rubio es el presidente de la Flampa, la Federación Local de Madres y Padres de Alumnos de Jerez. Él es el enlace entre los padres y las instituciones, y lo deja claro: "No sabemos nada de la Junta ni de los comedores, no hay comunicación". Son muchos los padres que que se han dirigido a él para conocer la realidad de la situación, sobre todo de las zonas de Jerez más afectadas por la cruda situación de desempleo y crisis. Desamparados, Rubio denuncia la realidad de algunos estratos de la ciudad: "Hay niños de algunas zonas de Jerez que solo pueden disfrutar de las comidas que dan en los colegios. Los padres apenas lo denuncian, pero es la realidad". El presidente de los padres y madres de alumnos ha intentado ponerse en contacto con las distintas instituciones, pero ha obtenido la callada por respuesta. No es la primera vez que se encuentra en una situación delicada con respecto a la alimentación de los menores. Este pasado curso, un total de 77 niños pertenecientes al CEIP San Vicente de Paúl se vieron literalmente sin comedor y, obviamente, sin comer. Pero, como dice Rubio, "las cosas se hacen si hay ganas de hacerlas".
Isabel Paredes, delegada de Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento del Jerez, ya ha denunciado el retraso. "Son muchos los menores que acuden a los servicios sociales por orden de la Junta de Andalucía y a día de hoy no se han creado los famosos comedores escolares de verano", reconocía la delegada popular, añadiendo que "la gente llega a una situación de angustia y desesperacion cuando los servicios sociales les dicen que no tienen ni idea". Además, Paredes detaca que se ha dirigido "a la delegada territorial para ver cómo articulábamos esto ante la avalancha que se pueda dar y que la población tiene derecho a saber lo que está pasando, pero me he llevado la callada por respuesta una vez más. Nuestra preocupación principal es la infancia y las familias, por eso pedimos que nos den explicaciones".

Ayudas a 200 menores
La Junta de Andalucía, mientras tanto, está ayudando a las familias a través del Plan Concertado con los planes de emergencia. La apertura de algunos comedores pertenecientes a centros escolares está prevista para el próximo mes de agosto, y a día de hoy se encuentra a la espera de que acabe el plazo de presentación, que finaliza el 31 de julio. Mientras pasan los días, el Gobierno Autonómico ha puesto en marcha el  Plan Extraordinario de Garantía Alimentaria, recientemente presentado, por el que se pretende ayudar a que más de 100 familias (122) y casi 200 menores (199) puedan acceder a la alimentación gracias a las Ayudas Económicas Familiares. A nivel provincial, serán 2.800 menores los que se beneficiarán de unas medidas que supera el medio millón de euros, incluyendo las Ayudas Económicas Familiares o las prestaciones temporales dinerarias o en especie de carácter preventivo.

Iniciativas públicas y privadas
En el caso jerezano, las cifras de las familias con menores a su cargo que han tenido que acogerse a las diferentes medidas de inclusión van en progreso. En 2012 el dato era desolador, con más de 4.000 niños que hacían uso diario de los comedores escolares. La mitad tenía que solicitar el total de la subvención y solo el 25 por ciento no gozaba de ayuda alguna. Durante el pasado curso, han sido miles los menores jerezanos que han hecho uso de los distintos comedores de los colegios de la ciudad. Sin lugar a dudas, un año más, la cifra es la más alta de la provincia. Pero no solo esta medida ha ayudado a las familias jerezanas con menos recursos. Durante el pasado año la asociación Brote de Vida incliuó entre sus acciones un comedor social para familias completas, beneficiándose de la inicitiva hasta 25 personas.
Las instituciones tampoco lo ponen demasiado fácil. Para beneficiarse del cien por cien de las ayudas en los comedores escolares una familia de cuatro miembros debe tener unos ingresos anuales iguales o inferiores a 12.571 euros, es decir, por debajo del umbral de la pobreza que marca en 2013 el INE, que determina que los ingresos que marcan el umbral de pobreza de una persona se situa en 8.114 euros, y en 17.040 para los hogares compuestos por dos adultos y dos menores, frente a los 8.321 y 17.473 euros, respectivamente, del año anterior, es decir, 2012.
Otra alternativa para paliar las necesidades durante la época estival es la que se refiere  a la apertura de las Escuelas de Verano. Según los datos avanzados por la delegada provincial de Igualdad, Salud y Bienestar Social, Miriam Alconchel, la escuelas de verano en la provincia atenderán este verano a unos 330 menores en riesgo de exclusión social, una cifra parecida a la del año anterior, en la que niños de los municipios de La Línea, Algeciras, Cádiz y El Puerto de Santa María, se aprovecharon de esta iniciativa que realiza la Junta junto a colectivos sociales concienciados por la delicada situación de muchas familias. Jerez no se incluyó en el plan, aunque el plazo para la presente época estival sigue abierto.

Cáritas, la primera en advertir sobre la situación

La alarma está servida. Cáritas Diocesana ha sido la primera en llamar la atención de la sociedad. Francisco Domouso, presidente de Cáritas en Jerez, entiende que “notamos y valoramos positivamente un esfuerzo mayor en los Servicios sociales y otras Organizaciones”, aunque sabe que la actual situación segregada está aumentando los criterios a la hora de acceder a las ayudas, básicamente "porque nuestros recursos son limitados y por otro lado se ha intensificado en la acción individual”.
Sin embargo, el principal foco de atención de la institución sigue siendo la familia y la infancia: “Como las necesidades de las familias se incrementaron, hemos tenido que realizar un sobresfuerzo, que en algunos casos presenta condiciones de desgaste e impotencia y por supuesto de indignación contenida. Seguimos propiciando la coordinación con otras instituciones y el trabajo en red, así como  el apoyo a iniciativas sociales”. Y no le falta razón. Según la Memoria Anual de Cáritas más del 60% de las familias que acuden a sus servicios llevan más de tres años demandando ayudas, y una tercera parte ni tan siquiera perciben ingreso alguno. Por ello, el 75% del presupuesto de Cáritas tiene que ir destinado a la alimentación, la principal batalla de la institución.
Francisco Domouso, presidente de Cáritas Diocesana Asidonia-Jerez, ya avisaba hace poco de la saturación en sus servicios a la ciudadanía. Los datos asustan y, según la Memoria Anual de Cáritas Diocesana, hasta el 30 % de la población, 63.000 jerezanos, viven bajo el umbral de la pobreza, lo que significa que sobreviven con 8.114 euros al año, tan solo 676 euros al mes. Y si esto es grave, lo es aún más que el 13 % de los jerezanos y jerezanas estén en “pobreza severa” (menos de 338 euros mensuales), la vergonzosa cantidad de 27.300 personas que conforman una cifra que sigue aumentando, así como la cantidad de familias que agotan las prestaciones sociales por desempleo y se quedan sin ningún ingreso.
Centrándonos en las personas que se atienden en Jerez Urbano, Cáritas alcanza la cifra de 11.187 personas a las que tuvo que atender el pasado 2013.

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