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Un Tribunal de Ecuador condena a 12 años a policías acusados intento de magnicidio

\"La tentativa de asesinato contra el Presidente de la República o el que se hallare ejerciendo la Función Ejecutiva será reprimida con reclusión mayor de ocho a doce años, aunque no llegue a inferirse daño alguno\"

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Un tribunal de Ecuador condenó hoy a 12 años de prisión a seis policías acusados de intento de magnicidio durante una revuelta de agentes ocurrida el 30 de septiembre de 2010, que el presidente del país, Rafael Correa, interpretó como un intento de golpe de Estado.

El Tribunal Séptimo de Garantías Penales de la provincia de Pichincha, cuya capital es Quito, anunció por escrito la pena y ratificó la sentencia adoptada el pasado 1 de agosto, cuando declaró culpables a los gendarmes, informó el diario El Telégrafo en su versión de internet.

El diario recordó que el Código Penal ecuatoriano señala que "la tentativa de asesinato contra el Presidente de la República o el que se hallare ejerciendo la Función Ejecutiva será reprimida con reclusión mayor de ocho a doce años, aunque no llegue a inferirse daño alguno".

En el proceso se presentaron testimonios de 51 personas, además de fotografías y vídeos de reporteros gráficos que cubrieron la revuelta.

El fiscal de la causa, Gustavo Benítez, indicó el pasado 1 de agosto, tras conocer el fallo del tribunal, que la decisión se sustentó debidamente con "pruebas sólidas" como los vídeos proporcionados por varios medios de comunicación.

Rigoberto Ibarra, abogado de uno de los acusados, dijo entonces que preveía presentar sendos recursos de aclaración y ampliación del fallo y aseguró que luego definirá otras acciones.

Otro de los abogados, Patricio Armijos, no descartó una apelación y dijo que incluso podría acudir al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

El 30 de septiembre de 2010 una protesta de policías por asuntos salariales derivó en un alzamiento de proporciones en el que el presidente Correa fue agredido y tuvo que refugiarse en un hospital de la institución del orden.

El mandatario, que había acudido al lugar de la protesta para hablar con los agentes sobre sus inquietudes salariales, fue rescatado en una operación militar desarrollada esa noche en medio de un intenso tiroteo.

Correa considera que en esa jornada, en la que fallecieron unas diez personas, hubo un intento de golpe de Estado en su contra, instigado por grupos de oposición y "malos oficiales" de la Policía.

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