La afición bética seguirá disfrutando o padeciendo (visto lo visto en el día de ayer), al Betis en la siguiente ronda de Copa del Rey después de eliminar al Lugo en la tanda de penaltis en un horrendo partido, que dejó clara una vez más; entre una serie de cuestiones deportivas, la manifiesta incapacidad por parte de Julio Velázquez para continuar sentándose en el banquillo bético.
Con pitos y bronca tanto en la llegada del autobús como en el videomarcador del estadio de Heliópolis sobre todo para Julio Velázquez y la mayor parte de los jugadores verdiblancos, el técnico salmantino plantó un once distinto.
Primero, avisó el Lugo con una doble ocasión a raíz de un contragolpe del conjunto gallego que Iago Díaz, mano a mano ante Dani Giménez, se encontraría con el paradón del guardameta bético cuyo rechace mandaría por encima del larguero Luis Fernández.
No obstante, el equipo delas trece barras contestaría ala oportunidad visitante dos minutos después, en el 20’ dela primera mitad, por medio de Jorge Molina quien aprovechaba un error de un defensor rival, pero el punta de Alcoy, absolutamente solo frente a Dani Mallo, estrelló su remate en el portero.
Muy plano el Betis nuevamente en el juego como viene siendo habitual; únicamente el pundonor del canterano Dani Ceballos rompía la monotonía en la que el choque estaba sumido y la tuvo el joven jugador bético, pues su fuerte disparo se topó contra el travesaño.
Con empate a cero en el luminoso del Villamarín se llegó al descanso con las espadas por todo lo alto. Velázquez, viendo la escasa fluidez de los verdiblancos sobre el terreno de juego, retiraba a Piccini y daba entrada a Kadir en busca de más calidad en el centro del campo en el arranque de la segunda.
Avanzaba el choque y sólo algunos chispazos de Rubén Castro inquietaban la portería gallega de un adversario, que sin hacer mayor esfuerzo, le complicaba la vida por momentos a un Betis anodino y sin alma en el campo.
Ni con los cambios de Renella y Álvaro Cejudo, el conjunto verdiblanco pudo evitarla prórroga, no sin antes haber sufrido una doble ocasión del Lugo y todo ello, en mitad de un ambiente caldeado en una grada que volvió a entonar el ‘Velázquez vete ya’ y ‘Directiva dimisión’.
Vergonzoso todo lo que acontecía en Heliópolis que tuvo que soportar el tiempo extra donde pudo ver a su equipo perder o ganar. Igualada total hasta la última y definitiva pena máxima que Cejudo certificó después del fallo del Lugo. Pase a dieciseisavos con pena y sin ninguna gloria de un Betis muerto futbolísticamente.
La bronca dela parroquia verdiblanca no cesó pese a la victoria.
