No faltará quien se pregunte con toda la legitimidad del mundo qué puede aportar San Fernando a la Plataforma Logística Sur de Europa, donde están integrados por ahora los ayuntamiento de Algeciras, Cádiz, Chiclana, Jerez, San Fernando y el Consorcio de la Zona Franca y pronto lo harán otros de distinto color político. Y es verdad que San Fernando, al día de hoy, tiene más en su haber lo que podría ser que lo que es, porque los suelos industriales están paralizados y los suelos para su desarrollo envueltos en la vorágine conservacionista de la Junta de Andalucía de Izquierda Unida.
San Fernando no es hoy un nudo de comunicaciones ni un ‘puerto seco’ equidistante de ningún sitio porque los accesos hacen inviable cualquier calificación de ese tipo, a la espera de que se construya el nudo de Tres Caminos, la carretera Tres Caminos a la Carraca, la variante por detrás del Janer y el nudo de Fadricas, todos ellos proyectos que no se ven en lontananza.
San Fernando no es, como lo puede ser Cádiz, una ciudad turística y mucho menos hotelera como lo es Chiclana y hasta Puerto Real, gracias a la Jerez-Los Barrios, le ha ganado el terreno de centro de algo. Y mucho menos como lo son Jerez y Algeciras, polos desarrollados por sí mismos que sí pueden aportar al proyecto colectivo de la Plataforma.
Pero lo que no puede hacer San Fernando es pensar que no puede hacer nada porque no tiene nada y aislarse de aquellas poblaciones que son contribuyentes netos porque eso es lo que ha estado ocurriendo hasta hace unos años y cuyos resultados se están sufriendo.
¿Significa eso que pertenecer a la Plataforma va a solucionar todos los problemas de la ciudad? No. Significa que una ciudad no puede avanzar sola. Sobre todo cuando no tiene a dónde ir.
