El presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, se ha pronunciado este lunes sobre la autorización que ha pedido la compañía Endesa al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, encabezado por José Manuel Soria, para cerrar la planta de ciclo combinado de Colón, ubicada en la capital onubense, con una potencia instalada de 398 megawatios. Caraballo se ha mostrado "muy preocupado" por los trabajadores y ha asegurado que así es "imposible" salir de la crisis.
En declaraciones a los periodistas antes de iniciar un pleno extraordinario para aprobar la concesión de las Medallas de Oro de la Provincia, el dirigente socialista ha anunciado el encargo de un estudio sobre la situación de la planta, que "estaba en una situación de 'stand by'", con el fin de conocer su realidad.
A su juicio, esta circunstancia demuestra dos cosas. "La primera es que eso que dice el Gobierno que estamos saliendo de la crisis se ve que es imposible, fruto de que la economía de España no tira porque no hay consumo, y no se necesita la planta de Huelva", y la segunda es que "todo esto es fruto de la política energética del Gobierno".
Al respecto, ha insistido en que "ni de una forma ni de otra somos capaces de asentar la energía ni en Huelva ni en España y tenemos que hacer reflexión sobre para qué ha servido la reforma laboral y la reforma energética, que a la provincia están machacando".
Por último, ha remarcado su preocupación por los trabajadores, ya que "Huelva está en una situación muy difícil, tras el mazazo de ENCE", porque, ha añadido, "aunque se trate de un solo trabajador, para Huelva este cierre significa un paso atrás".
Por ello, ha abogado por realizar "un esfuerzo para que ni una industria más se vaya de Huelva", ha concluido el presidente de la Diputación onubense.