El famoso cantante de ópera jerezano Ismael Jordi rememoró viejos tiempos el pasado sábado en el Estadio El Palmar de Sanlúcar de Barrameda en el partido de la Campaña Ningún Niño sin Juguete. Ya han pasado casi veinte años desde que formó parte de la plantilla del Atlético Sanluqueño que, con Carlos Orúe al frente del equipo, disputó la fase de ascenso a la Segunda División B y no dio el salto de categoría en Mérida en un encuentro donde se jugó toda una temporada.
El ex jugador verdiblanco, que también estuvo en los escalafones inferiores del Xerez Club Deportivo y en el Jerez Industrial, reconocía que “este encuentro del sábado me trajo muy buenos recuerdos porque en Sanlúcar dejé grandes amigos. Coincidí con personas que hacía tiempo que no veía. Fue una alegría estar con Pinto, Joaquín, Poyatos o Güiza, entre otros”. Matizaba que “siempre me ha tirado Sanlúcar, que es una ciudad maravillosa para vivir, comer y beber. Cada vez que puedo y he venido de lejos me ha gustado visitar esta ciudad, que por cierto es encantadora”.
No obvia decir que “nunca me hubiera imaginado ese cambio que sufrió mi vida, la de dejar de ser futbolista para ser cantante de ópera. Siempre me ha gustado la ópera pero no esperaba haber llegado tan lejos”.
Ismael Jordi tiene una intensa agenda en los años 2015, 2016 y 2017: “Tengo compromisos en ciudades como Zurich, Lausanne, Londres y Nápoles. No me puedo quejar de lo que se me presenta por delante”. En poco tiempo está realizando una gran carrera de proyección internacional. En 1998 empezó sus estudios en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid con los Maestros Alfredo Kraus, Suso Mariategui y Edelmiro Arnaltes, posteriormente dirigido por la Maestra Teresa Berganza y Manuel Cid, donde fue premiado por su entonces Majestad la Reina Doña Sofía como alumno más destacado. Ha conseguido muchos premios.