La provincia de Almería tiene 29.596 hectáreas de superficie agrícola cubierta bajo plástico, un 10,5 por ciento más que en el año 2010, cuando había 26.167 hectáreas, según se desprende de la actualización de la extensión de invernaderos ha sido realizada por el sistema de información geográfica de identificación de parcelas agrícolas la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural (Sigpac) con un estudio por satélite y cartográfico, tanto en las comarcas de la costa, como del interior.
El estudio, que se culminó a finales de 2014, se ha basado en las fotografías tomadas por satélite, a partir de las cuales se han delimitado los recintos de invernadero detectados en las fotografías y se ha hecho la planimetría de la superficie resultante, según indica la Delegación Territorial de Agricultura en una nota.
Tras más de una década con la superficie estabilizada en torno a las 27.000 hectáreas, en las últimas campañas se ha registrado un "auge en la construcción de estructuras", según el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente José Manuel Ortiz, quien achaca este hecho "a la necesidad de los productores de aumentar la superficie de cultivo por explotación para asegurar la rentabilidad" y a "la afluencia de inversión en la agricultura procedente de otros sectores económicos, hecho que se ha reflejado en un aumento notable de la construcción de invernaderos".
La última medición constata que el municipio con más superficie de invernaderos sigue siendo El Ejido, con 12.286 hectáreas, el 41,5 por ciento de la provincia. A él le siguen Níjar, con 4.931 (el 16,6 por ciento), y Almería, con 2.239 (el 7,5 por ciento), Roquetas de Mar, que tiene 2.030 hectáreas, Vícar con 1.855, Berja con 1.520, y con Adra 1.365 hectáreas.
Con superficies por debajo de las mil hectáreas se encuentran los municipios de Dalías (368 hectáreas), Cuevas del Almanzora (300), Pulpí (187), Pechina (147), Lucainena de Las Torres (118), y Viator (105). Algo más alejados de la costa, el estudio refleja también superficies significativas de invernaderos en Gérgal, con 95 hectáreas, Antas con 79, Tahal con 71, Sorbas con 58, y Alhama de Almería con 37 hectáreas invernadas.
En términos absolutos el municipio que más incrementa su superficie en el periodo 2010-2014 es Níjar con 1.429 hectáreas más; en segundo lugar, Almería, con 518 hectáreas más; en tercer lugar, Berja con 341 más; y en cuarto lugar, El Ejido, con 314 hectáreas más. También han registrado incrementos importantes Cuevas del Almanzora (153 hectáreas), y Adra (93).
En términos relativos, el municipio que ha registrado un incremento mayor es Tahal, con un 71 por ciento más que hace cuatro años. Importantes también son los aumentos de explotaciones bajo plástico en Alhama de Almería, que tienen más del doble que en 2010. Cuevas del Almanzora ha duplicado su superficie invernada; Nijar ha crecido un 42 por ciento más; Viator, un 48 por ciento más; Berja ha crecido un 28 por ciento; y Almería capital y Lucainena de las Torres, con un 30 por ciento respectivamente.
CRECIMIENTO EN UN 20% DE LA PRODUCCIÓN
Este aumento paulatino de la superficie invernada en los últimos años se refleja en el volumen de producción de frutas y hortalizas, que "no ha parado de crecer" en las últimas campañas hasta incrementarse en casi un 20 por ciento. En la campaña 2010-2011 la provincia cosechó 2,87 millones de toneladas, en la 2011-2012, algo más de tres millones, en la 2012-2013, se recolectaron 3,13 millones de toneladas, y en la 2013-2014, algo más de 3,4 millones de toneladas, según los datos de la Delegación.
"El tomate puede ser el ejemplo más claro de cómo ha evolucionado la superficie de algunas hortalizas en los últimos años", apuntal a la Junta, que indica que en 1996, Almería destinó al cultivo del tomate 6.500 hectáreas; en la actualidad son 11.206 las hectáreas donde se cultivan tomates, es decir, casi un 75 por ciento más, "cuando en otras zonas tradicionalmente tomateras como la Región de Murcia o Islas Canarias han reducido su superficie a la quinta parte".
En la campaña actual, en la que "también se ha registrado un incremento significativo de la superficie de explotaciones bajo plástico", es "previsible" que la cosecha de frutas y hortalizas registre "un aumento considerable". Según advierte el delegado de Agricultura, esto "puede ser positivo para el sector, pero también puede suponer un riesgo".
"Puede ser favorable en un escenario en el que haya demanda suficiente para absorber este aumento del volumen de frutas y hortalizas, y en el que las cotizaciones sean buenas; pero si el aumento de la producción no encuentra un incremento similar de la demanda, se producirá un exceso de oferta, con la consiguiente caída de precios. Y en este escenario, el más perjudicado será el pequeño agricultor, propietario de invernaderos de menos de dos hectáreas, ya que no podrá competir con los costes de explotaciones de 10, 15 ó 20 hectáreas, que por economías de escala serán más reducidos", ha analizado.
Ortiz considera "conveniente" que todo el sector, desde el productor y al comercializador, realice un "análisis profundo" y "tome conciencia de la necesidad de establecer estrategias de comercialización y de planificación de la producción" para "situar todo el volumen de producción en los mercados y evitar la sobreoferta de algunos productos en determinados momentos de la campaña".