El Rey Felipe VI ha visitado este miércoles la base 'Miguel de Cervantes', en el sur de Líbano, donde están desplegados la mayor parte de los más de 550 militares españoles que forman parte de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), en la que es su primer viaje como monarca a una misión internacional.
Don Felipe, jefe supremo de las Fuerzas Armadas, ha llegado pasadas las once y cuarto de la mañana (una hora menos en España) a la base, acompañado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez, en el marco del viaje oficial de dos días que está realizando a este país de Oriente Próximo.
Tras la rendición de honores, el monarca, que iba ataviado con su uniforme de camuflaje y boina de la Guardia Real, ha pasado revista a las tropas y ha saludado a los jefes de las unidades. A continuación, ha tenido lugar el acto de homenaje a los 13 militares que han fallecido en esta misión de la ONU y ha sido el propio Rey el que ha depositado una corona de flores.
La mayoría de efectivos desplegados actualmente en Líbano son los compañeros del cabo Francisco Javier Soria Toledo, quien perdió la vida el pasado 28 de enero en el curso de un ataque del Ejército israelí contra posiciones de la milicia Hezbolá.
TERCERA MISIÓN COMO MÁS BAJAS
Por tanto, Felipe VI ha elegido, para su primera visita como monarca a una misión de las Fuerzas Armadas en el exterior, precisamente la operación en la que se ha producido la última baja entre los militares españoles que prestan servicio en las 12 misiones internacionales abiertas actualmente.
La de Líbano es la tercera misión, por detrás de Afganistán y Bosnia, que se ha cobrado más vidas desde que nuestro país comenzó a integrarse en este tipo de operaciones a finales de los años ochenta. En total, 13 efectivos han muerto desde que el Gobierno autorizó el despliegue en este país en 2006.
El suceso más trágico para el contingente español ocurrió el 24 de junio de 2007, cuando seis militares perdieron la vida al explotar una bomba contra el blindado en el que viajaban en Sahel al Derdara, en el curso de una misión rutinaria. El resto de bajas se han producido por accidente de tráfico o por infarto.
EVITAR OTRA GUERRA
La misión de la FINUL es impedir un recrudecimiento de las hostilidades entre Israel y milicias libanesas como Hezbolá que devenga en otra guerra como la que tuvo lugar en el verano de 2006, contribuir a garantizar el acceso humanitario a la población civil así como facilitar al Gobierno libanés el dominio total de la zona sur del país, controlada por Hezbolá.
La situación general en Líbano es considerada por el Gobierno español como de "calma tensa", ya que continúa marcada por las "tensiones sectarias" y en los últimos años por la "influencia de la crisis de Siria". Aunque no hay un conflicto abierto con Israel, son habituales los intercambios de disparos o los ataques entre el Ejército hebreo y las milicias, similares al que mató al cabo Soria.
Desde que comenzó la misión para España, en septiembre de 2006, han pasado por territorio libanés más de 20.000 militares, tanto del Ejército de Tierra como de la Armada. Actualmente, los más de 550 efectivos que están desplegados en el sur del país comparten instalaciones en la base 'Miguel de Cervantes' con destacamentos de Indonesia, China, Brasil, Serbia, El Salvador y Nepal.
En su misión en Líbano, las tropas españolas realizan diariamente patrullas a pie y en vehículo, establecen puntos de control y monitorizan permanentemente la situación de la Línea Azul -la demarcación que fijó la ONU entre los dos países en el año 2000--, situándose en puntos de observación, actividades que llevan a cabo tanto solos como en colaboración con las Fuerzas Armadas libanesas. Todo ello con el objetivo de disuadir a las partes para evitar un nuevo conflicto.