La comunidad educativa del CEIP San José Obrero se ha echado a la calle un jueves más para exigir las obras de ampliación y remodelación de su colegio después de siete años de espera. A diferencia de las anteriores semanas, ayer el equipo docente del centro secundó la protesta en señal de apoyo a decenas de familias hartas de que les ninguneen. Exigen plazos; a estas alturas no les vale que la delegada territorial de Educación de la Junta en Cádiz, Cristina Saucedo, les garantice que se mantiene el importe inicial, tres millones de euros, y que las obras “se harán más temprano que tarde”. Por esta razón, la semana que viene volverán a plantarse a las puertas del colegio con sus hijos aunque hayan finalizado las clases y, si es necesario, llegarán hasta el extremo de no llevarlos al colegio cuando en septiembre se reanude el curso.
“Queremos fecha de inicio. Nosotros ya hemos pasado por todas las fases (redacción del proyecto,contratación de los arquitectos...)y eso fue cuando mi hija entró en el centro y ya está en quinto. Que no nos diga ahora que el proyecto solo lleva cuatro años de retraso”, señala la vicepresidenta del AMPA, Rocío Guitarte, que está a la espera también de sentarse con la nueva alcaldesa, Mamen Sánchez, para trasladarle las actuaciones más urgentes en materia de mantenimiento después de que la exdelegada municipal de Educación, Lidia Menacho, se limitara a “poner badenes, cambiar una cerradura, arreglar un escalón -que aseguran que pagó el colegio- y poner una señal de Stop”.
De cara al próximo curso pedirán el desbrozado y desratizado de la zona, el arreglo de las vallas exteriores -algunas a punto de romperse- y del alcantarillado”. Lo tienen claro, no piensan quedarse de brazos cruzados.
