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Arcos

La historia del esplendor arcense en la Casa Grande

Con 300 años de historia, La Casa Grande, es el único edificio del siglo XVIII en la localidad que sigue conservando la estética y los materiales originales de la época en la que se construyó. Diarios internacionales como The Times o The Guardian se hacen eco del valor turístico de este lugar.

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  • Patio, La Casa Grande.

Se trata de una de las pocas edificaciones que conservan la estética y los materiales del siglo XVII y su patio es el único de Arcos que se conserva con los mismos materiales que en su edificación. Su historia no es baladí ya que en la calle Maldonado vivió durante siglos, una  de las familias de más abolengo de Arcos de la Frontera, los Nuñez de Prado. El nº 10, donde hoy se ubica el hotel La Casa Grande, conserva todavía su escudo labrado en piedra  que lleva esculpido en las particiones y la bordura: “las armas que traygo os doy que es un león coronado metido en aqueste  prado “corresponden a la familia Nuñez de Prado y las armas del mantel  - un águila desplegada sobre tres granadas a los Manglano.


El edificio actual se empezó a construir 1707 según la fecha que se puede leer en el escudo de la fachada. Pero las obras no se dieron por finalizadas hasta diecinueve años después. Según consta en la tabla que se puede ver en el patio, don Francisco levantó esta casa de cimientos y la terminó el 28 de septiembre de 1729. El hermoso brocal del aljibe que se encuentra en el patio lleva gravada la fecha de 1527. Es probable que su emplazamiento originario fuera otro y procediera de alguna casa de campo. Junto al portón de entrada se puede observar uno  de los dos poyetes que subsisten en Arcos y servían para encaramarse al caballo.


Esta es de las pocas casas señoriales de Arcos que no fue compartimentada entre distintos vecinos por lo cual las modificaciones que se hicieron al filo de los años no fueron sustanciales y la estructura de la casa sigue siendo la original en lo fundamental.
Su dueña, Elena Posa, nos ayuda a comprender mejor la importancia de este edificio y su valor histótico.

¿Cuál es la historia de esta casa y su relevancia dentro de Arcos de la Frontera?

Esta casa fue construida por un noble de la época, Francisco Javier Núñez de Prado y Manglano para vivir con su esposa María Guadalupe  Manglano  y Ortiz de Zúñiga. Dentro de la Casa Grande se puede observar el escudo familiar de Núñez de Prado y Manglano en la puerta que da acceso al salón de la planta baja. Además, a mediados del silgo pasado vivió en ella el bailarín Antonio, si bien no era su residencia habitual si pasaba algunas temporadas en la Casa Grande.  


¿Qué características destacaría de la Casa Grande?

Sobre todo el patio, es un patio único en la zona por conservarse con los materiales originales. Es un patio barroco con columnas de mármol, uno de  los patios antiguos más bonitos de Arcos porque nosotros desde el principio hemos querido conservar la esencia de la casa y mantener la estética del siglo en la que fue construida. Además, se trata de un sitio con mucha armonía y mucha paz. Puedo decir sin ruborizarme que es una casa con mucha belleza.


¿Cómo consiguen armonizar el confort moderno con la conservación de la estética y materiales antiguos?

Es un trabajo complicado, un trabajo de conservación que no se ve pero que está ahí. Nosotros no hemos querido rehabilitar el edificio poniendo materiales modernos que le harían perder toda su esencia. Hemos puesto bombas para que el agua pueda salir hacia arriba y hemos rehabilitado el tejado para evitar que el edificio se vea deteriorado por la humedad. Pero siempre hemos querido conservar el máximo de materiales. De hecho, cuando decidimos arreglar la azotea, las tejas que quitamos que eran las originales las hemos reutilizado para construir algunos bancos en las terrazas. Además de eso, siempre hemos apostado por la conservación, mantenemos los muros originales lo que dificulta el acceso a internet o no contamos con un ascensor, sin embargo, hay una gran tecnología debajo de la Casa Grande que permite que se pueda seguir conservando en el actual estado en el que está y que, además, permita a los huéspedes estar en armonía y paz.


¿Cuántos años hace que se convirtió en un hotel?

En el año 1999 abrimos nuestra primera habitación, el año pasado hicimos 15 años. Ahora mismo contamos con 7 habitaciones.

¿Cuál es el perfil de las personas que se suelen alojar en el hotel?

Sobre todo es gente que busca algo especial, no busca ni lo más barato ni un hotel más, buscan un plus, estar en un sitio único en el que se siente la paz y la armonía y que los transporta a otra época. Nuestros clientes son gente que buscan un alojamiento con personalidad, auténtico y muy andaluz.


¿Cuántos edificios de la época cree que quedan en Arcos?

Puede que haya muchos porque hay que tener en cuenta que estas casas señoriales se construyeron en la época de mayor esplendor de la agricultura en la zona y no eran pocos los nobles que se construían este tipo de casas. Un poco más arriba de nuestra Casa Grande, en el número 14, dicen que se alojaba el hermano de Napoleón, José Bonaparte, eso nos hace tener una idea de cómo eran estas casas. Sin embargo, a mediados de los años 50 se alquilaron las casas y se reformaron, se perdieron los materiales originales y se destruyó la estética del lugar. Es por esto que podemos decir que solo la Casa Grande es la que conserva los materiales y la estética propia de aquella época, es la única casa-palacio del siglo XVIII en Arcos que sigue conservando los materiales antiguos y las mismas características, esto le da un valor histórico único.

¿Qué destacaría de la localización del edificio?

Pues la vista que tiene de San Pedro, es como si estuvieras en un teatro y pudieras contemplar San Pedro en primera fila. Es la única localización desde donde se puede ver San Pedro así. Se puede ver la vega y es una imagen muy bonita, pero yo lo que destacaría es la vista de San Pedro.

¿Se realizan actividades culturales en la Casa Grande?

Sí, todos los años organizamos un concurso de fotografía y el año que viene editaremos un libro con los participantes y los ganadores de estos cinco años de concurso. Además, siempre realizamos una exposición con dichas fotografías. También hemos organizado en algunas ocasiones recitales de poesía o pequeños conciertos de música clásica o flamenco.

¿Cree que la Casa Grande desempeña alguna labor en cuanto a la promoción turística de Arcos?

Claro, nuestra aparición en medios extranjeros está atrayendo a muchos turistas a visitar Arcos. Hace poco nos llamaron del periódico The Independent porque querían hacernos un reportaje y nos preguntaron qué actividades había en Arcos por estas fechas y nosotros promocionamos la Velada de las Nieves. Nuestra casa es un atractivo histórico que se suma a la oferta turística.

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