Localismos aparte, el Puente de la Constitución o Puente de La Pepa que une Puerto Real con Cádiz capital fue el gran protagonista del paso de la Vuelta Ciclista a España de esta edición. Si el año pasado el protagonismo estaba en San Fernando y Cádiz por igual, o casi, y en Rota con la salida de la carrera desde el portaaeronaves Juan Carlos I, el impresionante puente de Manterola se ha llevado las mejoras imágenes con Cádiz sonando, pero con la bahía como telón de fondo.
San Fernando vio pasar la Vuelta como lo que es, una carrera y Chiclana fue más protagonista por la ‘broma’ de un chiclanero que se subió en la bicicleta de uno de los ciclistas que sufrieron lo que los comentaristas venían diciendo, que por el ramal de la avenida Solano no cabía el pelotón.
Pero ahí están los políticos para hacer que la Vuelta promocione sus ciudades aunque estén en obras y aunque las condiciones no sean las propicias.
Lo peor es que lo vio medio mundo y se malinterpretó en medio mundo. Vamos, que salió que un chiclanero quiso robarle la bicicleta a un ciclista estadounidense. Marca España, porque ahora a ver quién lo aclara.
El puente que nos une
El locutor de Televisión Española no parada de dar los datos -eso entra en el precio- diciendo que es el segundo más largo de España, sólo superado por el viaducto del Portal, también en la provincia de Cádiz (con 3.200 metros).
Es más largo, por citar dos conocidos puentes, que el Golden Gate y el de Brooklyn, en Estados Unidos y en el ranking europeo, ocupa el puesto número 20, en cuanto a longitud. En el mundo, ocupa el puesto 117.
La longitud entre pilares es de 540 metros. Es el puente de mayor luz (término que mide la longitud entre los apoyos del puente) de España. Detrás del de Cádiz figura el Puente Ingeniero Carlos Fernández Casado sobre el Embalse de Barrios de Luna, en León, con 440 metros.
En el ranking europeo, en este aspecto, es el tercero de Europa. En el mundo, es el número 14.
Es el puente atirantado con ferrocarril de mayor luz del mundo. El siguiente es el Puente Tianxingzhou, en China (504 metros) y el tercero, el Puente Oresund, que une Suecia y Dinamarca (490 metros)
En cuanto a gálibo vertical (distancia entre la parte inferior de la superestructura y el nivel medio del agua) es el segundo del mundo, después del Puente Verrazano de Nueva York. El tercero, después del de Cádiz, es el Golden Gate de San Francisco.
Tiene las torres más altas de España, con 185 metros. Por detrás del puente Constitución 1812 está el Puente Rande de Vigo, con 119 metros. Sus torres son las séptimas más altas de Europa. Ocupa el puesto 16 entre las infraestructuras con las torres más grandes del mundo.
Y se les olvidó decir -aunque estos datos están copiados de la web elpuendedecadiz.es- que es el puente de Cádiz pero no está en Cádiz sino en el mar, como todos los puentes que cruzan el mar. Quizá por eso se le llama “el puente que nos une”.
Todos contentos
Obviamente, los políticos no faltaron a la cita. Estuvo Teófila Martínez, la impulsora del segundo puente -nobleza obliga gustosamente- haciendo el signo de la victoria. Y estuvo el anterior presidente de la Diputación, José Loaiza, quien gestionó el reencuentro de la Vuelta con la provincia.
La nueva presidenta de la Diputación, Irene García, también estuvo presente, muy presente y los hosteleros estaban contentos por el impulso que el acontecimiento daba a la provincia de Cádiz en general. O sea, todos contentos.
La Vuelta Ciclista a España 2015 se despidió de la provincia de Cádiz tras recorrer, en su quinta etapa, las poblaciones de la Costa Noroeste y Jerez.
Rota fue el escenario de la salida. El pelotón, neutralizado, transitó por el casco urbano roteño y se adentró en la base aeronaval. A la salida del recinto militar comenzó la carrera en sentido Chipiona y enlazar posteriormente con Sanlúcar, Jerez y Trebujena. Atrás quedaba Cádiz.
