Lo que la pasión y la ilusión genera que no lo pare la economía. La modestia y humildad del Sporting de Huelva no le está frenando para crecer año a año y aparte de un primer equipo que ya es referencia del fútbol femenino nacional, está consolidando una cantera que le asegura una larga y buena vida al club y, por añadidura, a esta práctica deportiva en Huelva.
Para muestra el botón del filial, el Fundación Cajasol Sporting B, que con una mezcla de juventud, ilusión y el espejo del primer equipo, está completando un inicio perfecto en su primera campaña en Segunda División. De estos y otros temas se compuso el menú de la tertulia ‘Ellas son la élite’, celebrada como cada semana en la Taberna Guatiné, acompañada de unos platos exquisitos y que tomó forma con Juan Antonio Collado, entrenador del Sporting B, y Ainoa Haro, capitana del filial sportinguista.
Como resume Collado, uno de los principales logros de haber conseguido el ascenso a la categoría de plata del fútbol femenino nacional es que “el salto al primer equipo no sea tan grande como temporadas anteriores”. Con la ilusión de dar ese salto, Collado ha formado un grupo cargado de la energía de la juventud, ya que la media de edad es de 17 años, contando con dos jugadoras de 15 y otras dos de 23.
Entre las jugadoras de 23 está Ainoa, una apasionada del balón y que tras jugar la pasada campaña en La Rambla, este año ha llegado al conjunto onubense, donde compagina su participación en la cantera del Sporting (no sólo juega en el B, sino que entrena a uno de los equipos infantil-cadete) con su último curso en la UHU de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
La jugadora de Pedrera (Sevilla) es una de las piedras angulares de un equipo que ha empezado como un ciclón la temporada en Segunda. Tres victorias en otros tantos partidos. Extremadura, El Naranjo (Córdoba) y Sevilla FC ya han chocado contra el muro de la juventud sportinguista. Pero queda mucha temporada para cumplir con el objetivo de la permanencia, y quedan defectos que pulir: “El defecto que tenemos es que nos falta picardía”, dice el entrenador sportinguista, a lo que Ainoa añade que en otros equipos son “perras viejas” y usan recursos que van más allá de lo meramente futbolístico. Pero el Sporting B juega a lo suyo, Juan Antonio Collado es consciente de lo que tiene y trabaja no sólo con la vista puesta en el día a día, sino con la meta a un medio-largo plazo de que más pronto que tarde el primer equipo esté compuesto por muchas de las jugadoras que ahora están en el B: “De aquí a dos o tres años, cinco ó seis jugadoras de la cantera pueden estar en el primer equipo”.
De cumplir ese objetivo, el primer equipo tendría un alivio en su apretada economía, además de hacer seguir extendiendo la marca Sporting por toda Huelva. Como explica Collado, esta temporada la amplia mayoría de las jugadoras del filial son de diferentes pueblos de la provincia onubense, y en su crecimiento como jugadoras aspiran a jugar en Primera con el equipo de su tierra.
Pagar para jugar
En todo ese trasiego, pese a estar en Segunda, las jugadoras tienen que aportar dinero propio para jugar. Pagan una inscripción, una cuota mensual, las equipaciones corren de su cuenta, aportan para los desplazamientos, venden papeletas... El único equipo de Segunda que sobrevive así, pero nada que pueda frenar la ilusión y las ganas de unas chavalas que son parte activa del Sporting, que aman el fútbol y que están dispuestas a formar parte de un Sporting en Primera aún más grande, aún más de Huelva y aún más, si cabe, recogiendo los frutos del árbol de su cantera.
