La campaña electoral arrancó en la noche del pasado jueves y si no le interesa no será por falta de alicientes. En Jerez, por ejemplo, a la expectativa por el resultado a nivel nacional pueden añadirle numerosas variables que acrecientan el atractivo de la convocatoria electoral. En primer lugar, porque hay hasta cuatro jerezanos en puestos de salida en las candidaturas de sus respectivos partidos por la provincia; en segundo lugar, porque todo apunta a un reparto de votos que obliga a remontarse a las dos primeras citas electorales de la democracia para lograr una composición de lugar que puede ser muy similar a la que se produzca el próximo 20 de diciembre, con diferencias reducidas entre los partidos más pujantes; y, en tercer lugar, porque sea el resultado que sea va a animar a hacer todo tipo de interpretaciones a nivel municipal -a este respecto, cuando elecciones municipales y generales han coincidido en el mismo año, el partido más votado en las primeras lo ha sido también en las segundas, y no hace falta ser muy avispado para imaginar lo que puede pasar si vuelve a ocurrir de nuevo y ante un horizonte que vaticina un probable pacto de gobierno entre PSOE e IU a falta de lo que decida Ganemos-.
Históricamente, el PSOE ha sido el gran ganador a nivel local en las elecciones generales. Ha ganado en ocho de las once convocatorias celebradas hasta ahora. Ostenta, además, el récord de votos obtenido en estos comicios: 56.004 en el “año del cambio”, 1982, cuando Felipe González se convirtió en presidente del Gobierno. Sólo el PSA, aprovechando el tirón de Pedro Pacheco, logró imponerse en 1979, con 22.985 votos, y con un escaso margen de apenas cuatro mil votos sobre UCD y PSOE, y, posteriormente, el PP, en 2000 y 2011, en los años en los que los populares lograron mayoría absoluta a nivel nacional. En el año 2000 lo hizo con 34.825, apenas mil más que el PSOE, mientras que en 2011 logró su propio récord, con 52.095 votos, veinte mil más que el PSOE, incrementando a su vez el respaldo obtenido apenas medio año antes en las municipales, donde superó los 45.000 votos.
Sin embargo, el escenario político ha cambiado mucho en el transcurso de los últimos cuatro años, y todo apunta a que se puede repetir un panorama bastante similar al registrado en los comicios celebrados en este periodo; en especial en lo concerniente a las elecciones europeas de 2014 y las autonómicas de 2015. En ambos casos el PSOE fue el partido más votado a nivel local, pero ni logró unas cifras desorbitadas ni hubo excesivas distancias entre los partidos más votados.
En las europeas el PSOE ganó con 18.054 votos, apenas mil más que el PP, aunque la noticia venía por detrás, con la irrupción de Podemos, que se estrenaba con 7.664 votos, e IU, que se quedó en 7.637.
Ya en las autonómicas, el PSOE no llegó a los 30.000 votos, unos 3.700 más que el PSOE, pero Podemos llegó a los 19.010 y Ciudadanos dio la sorpresa con 12.034, mientras que IU bajó a los 6.196.
Un posicionamiento electoral que remite a las dos primeras citas ante las urnas de la democracia, en 1977 y 1979, donde hubo reducidas diferencias. En el primer caso, el partido más votado, el PSOE, sólo llegó al 32% de los votos, frente a UCD (24%), PCE (15%) y PSP (13%).
