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Mediocridad política (I y II)

" ... el famoso Pepe Mújica, decía: ‘Yo creo que ninguna época tuvo tanta mediocridad', en relación a los líderes políticos. Pepe, sin lugar a dudas, es un hombre sabio. Ya quisieran otros"

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I

En estos días se hace casi imposible no hablar de política, y eso que yo, después de ocho años de concejal en el ayuntamiento de mi pueblo, di un paso atrás y abandoné la política institucional, y ahora, después de casi quince años, también he decidido abandonar la política de partido. Quizá sea saturación, desilusión, desánimo, etc. Actualmente empiezo con una nueva etapa, la de la política de la calle, ese activismo social del que nunca quise perder contacto. Es esa política del Pueblo, ese activismo de base el que puede cambiar las cosas, lo otro, esa política superstar y mesiánica, esa política de plató televisivo sólo puede poner parches y servir de continuación a un sistema que hace aguas por todos lados (economía, justicia, empleo, cultura, etc.)
El otro día vi un poco del debate a cuatro entre los líderes del Partido Socialista Obrero Español, Podemos, Ciudadanos y la segunda del Partido Popular. Eran cuatro monologuistas, cuatro vendedores de humo intentando convencer al electorado. Para ello no escatimaron en demagogia, medias verdades o mentiras completas. Creo que fueron dos infumables horas, tras lo cual, cada partido se dio por ganador del dichoso debate.


Todo ese montaje fue organizado por la corporación Atresmedia. Me llamó mucho la atención que dejaran fuera al candidato de Unidad Popular-Izquierda Unida. En mi opinión, creo que Atresmedia, con esa decisión, despreció a más de un millón y medio de votantes de dicho partido (concretamente a 1.680.810 votos en las elecciones generales de 2011). Por cierto, como sabrán, el candidato del PP y actual presidente del Gobierno, no participó en el debate, al parecer estaba en otros menesteres de campaña y envió a Soraya Sáenz de Santamaría, la cual se comió el marrón como mejor pudo. En fin, Mariano Rajoy, ese hombre.


Fíjense ustedes, que a pesar del bombardeo mediático sobre las elecciones del 20D, creo que la gente sigue teniendo ese desarraigo hacia la política y los que, mejor o peor, la ejercen. Hace poco, en una entrevista, el expresidente del Gobierno uruguayo, el famoso Pepe Mújica, decía: ‘Yo creo que ninguna época tuvo tanta mediocridad’, en relación a los líderes políticos. Pepe, sin lugar a dudas, es un hombre sabio. Ya quisieran otros.

II

 

Vamos a seguir analizando, muy brevemente, lo que en esta España nuestra está sucediendo, desde la semana pasada al día de hoy. ¿Vieron ustedes el ‘Cara a Cara’ entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez? Pues si decidieron no hacerlo, ya se habrán enterado por los informativos que se perdieron desde acusaciones personales hasta insultos a mansalva. Demasiado ‘y tú más’ y cero propuestas. Digo yo que si políticos así son los que nos representan, los representados hemos tenido que ser muy malos en una vida anterior. Cuando concluyó el combate cara a cara de los dos susodichos personajes, en los programas televisivos analizaron el ‘debate’, con Iglesias y Rivera como invitados. Los dos coincidían -cosa que les honra-  en su desprecio a esa manera de hacer política.


Mientras tanto, como a Alberto Garzón no le dan mucha cancha en las televisiones, él se ha propuesto ganarse las calles. El otro día hizo un lleno absoluto en el teatro la Latina de Madrid, incluso tuvo que salir a la plaza a repetir el mitin para todas las personas que no pudieron entrar por falta de espacio, unas mil, según la organización.


Mariano Rajoy también quiere ganarse la calle, pero el pasado miércoles, en Pontevedra, un joven le propinó un puñetazo en la cara. Un hecho aislado, el cual es totalmente reprochable. Los puñetazos hay que darlos en las urnas, voto en mano. Luego, al parecer, se ha sabido que el agresor, menor de edad, es pariente de la mujer de Rajoy. Sea como sea, la violencia no es justificable nunca, como bien han dicho varios políticos. Ojalá fuera así en todos los casos, y ninguna violencia, del tipo que sea, tuviera justificación alguna. Pedro Sánchez, el líder del PSOE, también pasó un mal rato, hace un par de días en un mitin, en el cual, un grupo de ecologistas empezaron a gritar: “Toro de la Vega, ¡Abolición!” En principio parecía un incidente sin importancia, pero llegó a paralizar el mitin un buen rato, y los ecologistas tuvieron que ser sacados en volandas por el equipo de seguridad el PSOE. Desde aquí, yo también le pido a Sánchez la abolición de dicha ‘fiesta’ ruin, mezquina y miserable.


Antes de concluir, me gustaría decir que la jefa de esa cueva de ladrones más conocida por el Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, será juzgada en Francia por corrupción. La misma señora que pedía más recortes en España. En fin, así está el panorama.

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