Cruz Roja Española ayudó durante el pasado año a superar los problemas de drogodependencia de 310 personas en la provincia de Córdoba, 90 de las cuales recurrían a los servicios de la entidad por primera vez. Los jóvenes de entre 20 y 35 años con adicción tanto al alcohol como a la cocaína o la marihuana constituyeron el perfil predominante entre las atenciones realizadas por la institución humanitaria.
Así lo ha hecho público Cruz Roja en un comunicado, en el que ha detallado que por sexos, la balanza se inclinó "claramente" hacia los hombres, pues del total de usuarios 232 fueron hombres y 78 mujeres. En el centro ambulatorio que la organización tiene en la capital se llevaron a cabo a lo largo de 2015 más de 7.300 intervenciones, entre la atención médica, la psicológica y la social prestada a los pacientes.
El centro, en el que trabajan un médico, una psicóloga, una trabajadora social y un nutrido grupo de voluntarios, ofrece tratamiento integral ambulatorio a toxicómanos --empezando por la desintoxicación, pasando por la deshabituación y acabando con la integración social-- y apoyo y asesoramiento de diverso tipo a sus familiares.
Los profesionales hacen un seguimiento médico y psicosocial de los pacientes, que contempla revisiones clínicas periódicas y terapias individuales y de grupo, así como diversos controles toxicológicos. De estos últimos se efectuaron durante el pasado año un total de 192 pruebas.
En cuanto a la tipología de los casos tratados, las terapias más frecuentes durante 2015 estuvieron motivadas por la dependencia al alcohol, muy por delante de la cocaína, el hachís, la heroína y otras sustancias estupefacientes diversas
Por otro lado, el área de drogodependencias de Cruz Roja, que recibe financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de la Junta de Andalucía, cuenta también con una unidad de desintoxicación hospitalaria, ubicada en el centro sanitario que la institución posee en Córdoba y que está orientada a personas con alta dependencia alcohólica o mixta.
Este recurso, que funciona desde 1989, ha alcanzado una duración media en el tratamiento inferior a los cuatro días de media por paciente, lo que minimiza los inconvenientes laborales que implican una terapia de esta índole. Durante el pasado año, el personal de la institución realizó 43 desintoxicaciones hospitalarias.