Los amantes perfectos de Juan Fernández, con aires afrancesados, retoman su sitio. En el primer pasodoble, el acoso escolar vuelve a retomar desgraciadamente por entero una actualidad lamentable.
La pena vuelve a ser el reclamo perfecto para ganar los aplausos del público. Justifican la retirada de la subvención en la Semana Santa gaditana, que encuentra en los problemas diarios de los niños la excusa para no mantenerla. Una letra que debiera encontrar con ella el fin del problema.
”Oh la la” rematan en el estribillo. El amor no entiende de aflicciones.