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Calvario alivia un Lunes Santo de puertas cerradas

Sólo la última de la jornada cofrade pudo salir a cumplir su estación de penitencia, algo que la lluvia impidió a El Perdón, Cautivo y Tres Caídas

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  • Jesús del Calvario -

Pesaba en el ánimo lo sucedido en el Domingo de Ramos, unas escenas que nadie quería que se volvieran a repetir. Esto, sumado a los pronósticos meteorológicos en contra, hizo que el Lunes Santo se viviera en el interior de los templos, en recogimiento, con estaciones de penitencia de puertas para dentro y con mucha tristeza por no poder salir al encuentro de Huelva. La lluvia hizo acto de presencia y ratificó que la decisión tomada fue la correcta. Tan sólo se libró la última del Lunes Santo, la más solemne. La tardía salida del Calvario le permitió cumplir con su estación de penitencia y ‘salvar’ una jornada cofrade negra marcada por la lluvia.

El Perdón
La  primera del Lunes Santo, con un barrio de La Orden volcado con su hermandad, tenía que iniciar su estación de penitencia a las 15.30 horas, pero a esa hora el hermano mayor del Perdón, Carlos Castañeda, anunciaba desde el interior de la Parroquia Santa Teresa de Jesús que se acogían a la hora de moratoria por la amenaza de lluvia. Pasados 45 minutos, los peores augurios se cumplían. En la calle llovía tímidamente, y en el interior, Castañeda se dirigía de nuevo a la hermandad, en absoluto silencio a la espera de la decisión final y con el paso del Cristo del Perdón presidiendo la escena: “La decisión ha sido muy difícil. No haremos estación de penitencia fuera del templo”. Era mejor no arriesgar, y más con una hermandad que tenía por delante 11 horas de recorrido y ubicada muy lejos de la Carrera Oficial. Aún así, el hermano mayor tenía guardado un mensaje de optimismo para los más de 200 nazarenos del Perdón: “Cuando lleguéis a casa y os quitéis la túnica, pensad que ahí empieza el Lunes Santo de 2017”.

El Cautivo
La segunda del Lunes Santo, desde la Hispanidad, también hacía uso de la hora de moratoria, aunque pasadas las 17.07 horas, 70 minutos después de la hora inicial de salida, el hermano mayor del Cautivo, Antonio Infantes, anunciaba lo que nadie quería escuchar, pero lo que dictaba la precaución. “Al final, con mucho dolor, hemos decidido que no vamos a hacer la estación de penitencia”. Una vez tomada la decisión más dura, se activaba el protocolo de lluvia: oración con el director espiritual en el interior de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar y después los nazarenos pasarían por la capilla donde estaban preparados los pasos del Santo Cristo Cautivo y María Santísima Madre de la Misericordia, que más tarde se abriría al público para que todo un barrio, que aguardaba a las puertas de la parroquia, pudiera admirar unas imágenes que tendrán que esperar a 2017 para recorrer Huelva.

La lluvia truncó el sueño de una hermandad que se fusionó en un sonoro aplauso para mostrar su afecto a la junta de gobierno en tan duro momento.

Tres Caídas
Mientras, en el Polvorín, la hermandad más esperada del Lunes Santo, que tenía prevista su salida a las 16.45 horas, también pedía la hora de moratoria, aunque ya el presidente de su gestora, Fabián Tello, adelantaba que la decisión iba a ser complicada: “Las predicciones no son buenas”. Unos 45 minutos después, ante una abarrotada Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús que daba cabida a cerca de 700 nazarenos y con los pasos del Señor de las Tres Caídas y María Santísima del Amor expectantes, Tello anunciaba que la tercera hermandad del Lunes Santo se sumaba a lo decidido por El Perdón y El Cautivo: “Las predicciones van a peor, nos quedamos en casa”. En ese momento, la lluvia hacía acto de presencia en el exterior, tímida en un primer momento para tornarse intensa y constante. Tres Caídas había tomado la decisión correcta.

Tras cumplir con la estación de penitencia en el templo, con unos rezos a sus dos imágenes, el interior del Sagrado Corazón acogió dos ‘levantás’ simbólicas con golpe de martillo: la de Nuestro Padre Jesús de las Penas de la mano del nieto de León Ortega, autor de la imagen de este titular y que hace 25 años que falleció, y la del paso de María Santísima del Amor, de la mano de Tello en su 25 aniversario como capataz de Jesús de las Penas. Después, el templó se abrió al público, que tendrá que esperar a 2017 para vivir uno de los momentos más esperados del Lunes Santo: el paso de esta hermandad por la Cuesta de las Tres Caídas.

El Calvario
La última hermandad del Lunes Santo tuvo mejor fortuna que sus compañeras. La tardía salida del Calvario, a las 21.00 horas, permitió a los onubenses disfrutar de una hermandad en la calle. Una multitud de gentío, más aún que en años anteriores, por la expectativa, acompañó a esta hermandad en su salida desde la céntrica Capilla Jesús del Calvario.

Solemnidad, silencio, recogimiento y apenas diez minutos de tardanza. Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza ‘salvaron’ el Lunes Santo de la capital onubense.

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