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La Junta ofrece una muestra sobre espadas y forjadores del XVI al XVII

Símbolo del poder y la justicia, la espada está íntimamente ligada a la construcción de la nación española

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La Junta de Andalucía, con la colaboración de la Asociación Cordobesa de Esgrima Histórica, ofrece, hasta el próximo 13 de mayo en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba, la exposición titulada 'Acero toledano, acero genovés. Mercaderes de espadas, maestros espaderos y espadachines en los siglos XVI y XVII'.

   El delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta en Córdoba, Francisco Alcalde; la directora del Archivo Histórico Provincial, Alicia Córdoba; el profesor de la Universidad de Granada, Rafael Girón, y el presidente de la Asociación Cordobesa de Esgrima Histórica, Eduardo León, han presentado dicha muestra, que, según ha explicado Alcalde, se enmarca en el programa 'Patios de Cultura'.

   Mediante dicho programa, según ha señalado Alcalde, la Consejería de Cultura ofrece durante el presente mes de mayo un amplio programa cultural, fomentando la visita a sus espacios culturales, demostrando así el compromiso que la Junta de Andalucía tiene con la cultura.

   El delegado ha añadido que en la citada exposición se muestran documentos del Archivo Histórico Provincial y se exponen reproducciones de aceros de la época mencionada, que son propiedad de la Asociación Cordobesa de Esgrima Histórica.

   Francisco Alcalde ha anunciado también que este jueves, a las 19,30 horas, en el Archivo Histórico Provincial y dentro del ciclo 'El Archivo del Tiempo', Rafael Girón se adentrará en el análisis de la producción, los orígenes, el uso y el comercio de espadas en la España de los siglos XVI y XVII, y miembros de la Asociación Cordobesa de Esgrima Histórica hablarán de la asociación y de sus fuentes documentales.

   Símbolo del poder y la justicia, la espada está íntimamente ligada a la construcción de la nación española, pues, desde la reconquista a los tercios hay una constante referencia a la destreza de los soldados hispanos en su manejo, como también a la superioridad del acero toledano frente al foráneo.

   De ambas cosas hay abundantes testimonios en la Córdoba medieval y moderna, con sus pujantes gremios de espaderos -fabricantes de espadas- y de esgrimidores -maestros en el arte de la esgrima-.

   En esa época la espada no era solo un arma de guerra, sino un objeto de uso cotidiano en una sociedad donde las ofensas se dirimían con duelos y las reyertas acababan en heridas o muertes por arma blanca. Icono del valor, la espada se convierte también en el emblema de una élite que hace de ella el símbolo de su condición nobiliaria.

   En la Edad Media el manejo y la destreza con las armas formaba parte de la educación básica de la nobleza. Los duelos se realizaban en un campo cerrado, regulados por el rey y bajo unas normas muy estrictas.

   A partir del siglo XV, después de la prohibición por los Reyes Católicos en 1480, el duelo formal pasó a convertirse en duelo clandestino. Se solían vulnerar las reglas: tirar tierra a la cara, arrojar la capa para cegar al adversario, o esperarlo con un grupo de allegados.

   El duelo se extendió a todas las clases sociales. Era preciso expresar el vigor, el coraje, la valentía, el orgullo, en suma, el honor a cada momento y en cada lugar, y las reyertas eran comunes.

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