El Vicario general y deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez Rojas, presentó ayer el cartel anunciador de la solemnidad del Corpus Christi, en la sala capitular del templo catedralicio.
Se trata de una composición en la que se aprecia una imagen en miniatura que adorna el cartel del Corpus Christi 2016. Según reconoció Martínez Rojas, recoge “perfectamente” la escena narrada por el himno litúrgico con más raigambre en la cristiandad, el ‘Pange lingua’, que no es sino el eco versificado del relato de la institución de la Eucaristía que ofrecen los evangelios sinópticos, y San Pablo, en la primera carta a los corintios.
La miniatura que sirve de motivo principal a este cartel tiene un centro evidente. “No es la figura de Cristo ni el centro espacial de la sala donde se desarrolla la escena, o la mesa del banquete pascual.
El centro, donde se dirigen nuestras miradas, es el pan levantado en alto por el Maestro. Este gesto tan expresivo, tan cargado de fuerza, casi es un anticipo del Calvario”, expresó el Vicario general.
Al contemplarlo, recuerda “las mismas palabras de Jesús preanunciando su muerte”, éstas fueron : Cuando yo sea levantado en alto, atraeré a todos hacia mí.
En el pan, que es su cuerpo, se le contempla colgado del madero, y causa asombro ante la paradoja de la Cruz. “Lo crucificaron por odio, fruto del pecado, nosotros lo contemplamos con amor, fruto de la gracia. Lo levantaron para escarnio tratándolo como un delincuente y nosotros lo miramos adorantes y, rodilla en tierra, lo reconocemos como nuestro único rey. Lo colgaron para darle muerte, y para nosotros es la fuente de la Vida, vida verdadera y vida en abundancia”, reconoció.
Otro detalle es que Jesús está sentado con sus discípulos. Está, como dice el himno, con palabras más expresivas: “recumbens cum fratribus”, recostado con sus hermanos.
El deán finalizó asegurando que lo que anuncia el cartel debe de servir, un año más, para centrar más la vida en la Verdad, con mayúsculas, es decir, en Jesucristo, que atrae la mirada de los corazones con el pan levantado en alto, para recordar día a día su entrega, ese prodigio, ese milagro de su amor extremo que no conoce límites”.
El próximo 29 de mayo, la carroza del Corpus, portando el Santísimo Sacramento, enfilará la nave de la epístola de la Catedral.
