El Ayuntamiento de Arcos celebró como era su compromiso un acto informativo con los afectados por el proceso de regularización catastral. Unas cincuenta personas se reunieron el miércoles en el edificio Emprendedores para atender a las explicaciones ofrecidas por la delegada municipal María José González Peña y el técnico Víctor Borrego.
La primera dejaba constancia de la importancia de alegar en el plazo de quince días, aunque, no obstante, el plazo se podría alargar por otros medios. La idea que es que los afectados, que durante los últimos días han recibido notificaciones de la Gerencia Territorial del Catastro, puedan cotejar la superficie de sus propiedades con lo que aparece reflejado en la actualización catastral. Claro está, este proceso tendrá para los afectados su particular reflejo en el pago del Impuesto de Bienes e Inmuebles, el IBI.
Los convocantes han hecho hincapié en la necesidad de regularizar la situación de los inmuebles locales, pero también han criticado que por parte de la empresa que ha realizado la revisión catastral se han contemplado elementos arquitectónicos que no son considerados como inmuebles: perreras, aparcamientos o gallineros, como también se mostraron convencidos de las discrepancias que despertarán las mediciones realizadas.
Como ya avanzó este medio, la Gerencia Territorial del Catastro ha enviado hasta 4.000 cartas a los vecinos de Arcos en tres modalidades distintas, advirtiéndoles que tienen que regularizar vía inscripción sus propiedades e inmuebles.