Mejorar las fórmulas antibióticas de uso farmacológico o reforzar el sistema autoinmune con el que responde el cuerpo humano a la infección por microorganismos patógenos. Son las dos únicas opciones para hacer frente a las patologías infecciosas y sus mutaciones. Y por lo que respecta al desarrollo y puesta en circulación de nuevos medicamentos, los laboratorios no están optando por esta vía en muchos casos al tratarse de tratamientos de corta duración que pueden no resultarles rentables.
El desarrollo de nuevos antibióticos para la lucha contra las enfermedades bacterianas y otros microorganismos patógenos en medicina humana, animal y horticultura ‘atraviesa un proceso de estancamiento que dura ya de diez a quince años’. ‘Sobre el papel, la respuesta de los laboratorios al trabajo de los investigadores para mejorar la formulación médica frente a los patologías infecciosas es muy buena, pero en la práctica cambia’, señala Enrique Torres, coordinador de la IV Conferencia Internacional sobre Investigación Antimicrobiana ‘ICAR 2016’ , organizada por la empresa extremeña Formatex Research Center y que desde hoy y hasta el viernes, 1 de julio, se celebra en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos.
Más de doscientos investigadores de Estados Unidos, Japón, Corea, India y de prácticamente todos los países europeos se reúnen en este importante foro internacional donde exponen sus últimas investigaciones en el campo de los microorganismos patógenos. Expertos e investigadores de las disciplinas más tradicionales en este campo, como microbiólogos, bioquímicos, genetistas o médicos; y también de especialidades como la química experimental y teorética/computacional, física e ingenierías participan en un potente programa de presentaciones, ponencias, paneles científicos que tratan de arrojar luz sobre las alternativas a un mejor calidad de vida del ser humano.
Ortodoxia farmacológica frente a innovación y tratamientos alternativos. El uso de productos naturales, aceites esenciales, péptidos, componentes de animales, plantas; y por supuesto la química, con la irrupción de los biocidas sintéticos o de origen natural capaces de contrarrestar los organismos nocivos para el hombre, o los biofilms microbianos, se estudian en esta conferencia de tres días de duración con un objetivo común, reducir la tasa de mortalidad asociada a estas enfermedades.
‘La respuesta inmune innata del paciente se ha conservado, a través de la evolución de las especies, como la primera barrera contra los patógenos’, ha hecho énfasis en su intervención inaugural el doctor Gautam Gupta, del Laboratorio Nacional de Los Álamos (Estados Unidos). Y en este campo, la alimentación y la propia ingeniería genética en los productos de consumo podrían dar la clave en el tratamiento y control de muchas de las patologías.