El joven germano-iraní de 18 años, que el pasado julio mató a nueve personas en un centro comercial de Múnich y luego se suicidó, pagó 4.350 euros por el arma y la munición que compró en el mercado negro y usó para su matanza.
El suministrador de la pistola y la munición era un desempleado de 31 años que se ganaba la vida con el tráfico ilegal de armas, informaron hoy fuentes policiales, después de la detención ayer martes de ese hombre en la ciudad de Marburg (oeste de Alemania).
De acuerdo con las investigaciones en curso, David Sonboly, el autor del tiroteo del pasado 22 de julio, había estado buscando intensamente en internet la forma de adquirir una pistola de la marca Glock.
Al hombre detenido ayer se le encontraron varias armas más, entre ellas una ametralladora y cuatro pistolas semiautomáticas, además de abundante munición.
Junto al presunto traficante de armas fue arrestada una mujer, su compañera sentimental, que posteriormente quedó en libertad sin cargos.
La detención se produjo gracias a una trampa policial, después de que un agente se hiciera pasar por un comprador y acordase una cita en un aparcamiento de la mencionada ciudad, donde se produjo el arresto.
El hombre iba armado con una pistola asimismo ilegal, pero no hizo uso de ella y se entregó sin oponer resistencia.
Las fuerzas de seguridad dieron con él cuando buscaban el rastro del suministrador de otro sospechoso de comprar armas a través de internet de 62 años.
El tiroteo de Múnich hizo que se activara la alarma antiterrorista en la capital de Baviera, aunque según se pudo saber tras la muerte del joven su acto no estaba relacionado con el yihadismo.
El joven estaba bajo tratamiento psiquiátrico, tenía tendencias suicidas, se sentía orgulloso de su sangre "aria" -por sus raíces iraníes, origen de la raza aria- y odiaba a turcos y árabes.
Todas sus víctimas eran de origen extranjero, en su mayoría adolescentes, y estaba obsesionado por baños de sangre perpetrados hace unos años en escuelas alemanas por jóvenes como él.
Había nacido un 20 de abril, como Adolf Hitler, al que supuestamente veneraba y se sospecha que eligió la fecha del 22 de julio para su tiroteo por coincidir con el quinto aniversario del doble atentado cometidos en 2011 por el ultraderechista e islamófobo noruego Anders Breivik, en que murieron 77 personas.