El primer día de clase en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez transcurrió entre las presentaciones propias de las asignaturas y el profesorado y la resaca del derrumbe parcial del techo del aula de dibujo que se produjo el pasado martes y que mantiene clausurada esta clase así como la calle Ídolos, que fue donde cayeron los cascotes. Como era previsible, desde la junta directiva del centro confirmaron ayer a este periódico que se van a ver obligados a suspender las clases del aula afectada, una de mayor ocupación, pues por ella pasan prácticamente casi todos los grupos, a la espera de que se vayan concretando acontecimientos.
Como señalan, una vez que en el Ayuntamiento les han confirmado que podrán ocupar cuatro clases de la plantaba baja de la antigua Escuela de Idiomas en la calle Taxdirt, a escasos 100 metros de la actual sede, su preocupación radica en cuándo se realizará esa mudanza y en la necesidad de buscar mobiliario para equiparlas puesto que estas dependencias no tienen ni luz ni agua, y deben ser objeto de una limpieza en profundidad pues lleva más de dos años cerrado a cal y canto.
“No contamos con sillas y mesas suficientes, y estamos pendientes de que el Ayuntamiento nos pueda facilitar mobiliario sobrante de otros institutos”, explica la vicedirectora del centro, Carmen Chofre, puesto que la solución que le han dado desde la Junta es trasladar sus propias mesas y equipos. Hay que recordar que el centro está pendiente de que el Ayuntamiento acometa una obra de emergencia a la que se sumará un estudio por parte de la Junta del aula afectada.
Más de 15.000 estudiantes de vuelta de Secundaria y la FP
Más de 15.000 estudiantes volvieron ayer a las aulas en Secundaria y Formación Profesional en un curso marcado por la incertidumbre de qué pasará con la reválida. El curso también empezó ayer con la vista puesta en el IES Fernando Quiñones, en el entorno de La Granja, cuyas obras de ampliación ya deberían estar concluidas, pero finalmente se demorarán hasta diciembre.
