Han pasado dos años desde que se hizo efectivo el cierre de Vipren y desde entonces la familia González Saucedo -formada por cinco hermanos y tres hermanas- ha luchado, porque es algo que lo llevan en la sangre, para reinventarse y fruto de su insistencia desde hace dos semanas han iniciado una nueva aventura empresarial denominada Comercial La Fábrica Chiclana en las mismas oficinas en las que se asentaba la antigua Vipren. Miguel González Saucedo describe para Viva Chiclana qué supone esta nueva aventura empresarial para él y para sus hermanos.
¿Cómo se fragua este nuevo proyecto?
–Después de más de 60 años en el sector pues la nueva empresa se va a dedicar a la venta y comercialización de materiales de construcción, también de materiales de reforma y bricolaje. Tras hacer varios estudios de mercado hemos visto que el sector de la obra nueva ha caído y, como consecuencia de ello, hemos visto que lo que está subiendo es el de la reforma y bricolaje y es a lo que queremos dedicar esta nueva empresa.
Aunque tenga el nombre de La Fábrica lo cierto es que por las personas que estáis detrás se seguirá vinculando para siempre a la firma Vipren.
–Pues sí. De hecho estamos en las antiguas instalaciones de Vipren y de hecho seguimos manteniendo la Fundación Vipren, pero el nuevo nombre es Comercial La Fábrica Chiclana. Aportamos dos cosas nuevas, puesto que hemos cogido también un centro de representaciones, ya que en esta caso no vamos a fabricar sino comercializar y, por ello, sí que hemos cogido la representación de las mayores fábricas del sector. Es decir, que cuando haya una obra local para un pequeño constructor o un particular, servimos desde el almacén, pero cuando hay grandes obras provinciales o nacionales lo hacemos en representación de esas primeras firmas del sector en España.
¿Con qué otras patas cuenta esta nueva aventura empresarial?
–También hemos querido hacer coincidir la oferta con la demanda. Tenemos más de 60.000 clientes y unos 10.000 proveedores como consecuencia de los casi 65 años de historia de la anteruor empresa, es decir, tenemos un fondo de comercio. Muchos de ellos con la crisis han cerrado y tenían viviendas, locales comerciales, terrenos, geriátricos, hoteles, hospitales y hemos decidido poner en marcha una sección inmobiliaria para poner a la venta todos los productos que tienen esos clientes en stock. Aquí se vende desde un ladrillo hasta un rascacielos, tenemos clientes que tienen torres en Sevilla, Madrid,etc., y aquí vendemos lo que haga falta.
Están ante un reto ilusionante.
–Es cierto que empezamos con muchas ganas e ilusión, pero a la vez con mucha humildad, prudencia y modestia. Sabemos que no son los mejores tiempos económicos, que la crisis no ha terminado, que el sector de la construcción sigue tocado, que los bancos siguen con el grifo cerrado, pero el mayor de los errores sería ni tan siquiera intentarlo. Mi padre, que falleció hace unos meses, una de las cosas que nos dejó son valores y uno de ellos es el espíritu de lucha. Esa imagen la queremos mantener ante nuestros hijos y preferimos que nos digan que morimos con las botas puestas como a los del Séptimo de Caballería. No nos vamos a quedar esperando a que alguien nos traiga las soluciones, sino que salimos a buscarla todos los días a la calle.
Y una de las cosas importantes es que la familia sigue siendo una piña para afrontar esta nueva aventura.
–Por supuesto. Estamos los ochos hermanos unidos y todos estamos dentro de este ilusionante proyecto.
Un proyecto que es de supon​er que ha calado en la sociedad chiclanera, ¿qué sensaciones ha palpado a pie de calle?
–La empresa anda corta de liquidez aunque tiene mucho patrimonio, y por eso la publicidad que hicimos en un primer momento fue a través de las redes sociales. La sorpresa nuestra fue que durante los primeros días llegaron más personas con currículum que clientes. Eso refleja la existencia de paro que hay en nuestra localidad y, por ende, en la provincia de Cádiz, donde somos los campeones europeos del paro y se llegó a tener hasta el 42 por ciento de desmpleo. Este país cuenta con la juventud más preparada que ha tenido nunca, pero el 60 por ciento está en paro. Los chavales tienen ganas de triunfar y en la anterior empresa llegamos a tener hasta 350 trabajadores. Ahora empezamos de una manera muy modesta y las personas que nos asocian con Vipren, que por razones de la crisis tuvimos que cerrar, la empresa tiene buena imagen en el mercado y muchos amigos. Ya le digo que el primer día nos llegaron multitud de currículums y ojalá, como dice el himno de Andalucía, volvamos a ser lo que fuimos y volvamos a contratar a mucha gente, pero no solo nosotros sino todas esas empresas que han sido grandes y también se han visto afectadas por la crisis. En la provincia han cerrado 15.000 empresas con la crisis y el principal problema sigue siendo el difícil acceso al crédito, lo que lleva al segundo de los problemas que es el paro. Nosotros pretendemos seguir aportando nuestro granito de arena de forma humilde al tejido empresarial de esta provincia con este nuevo proyecto.
Esta iniciativa va también de la mano de otra.
–En efecto. El grupo de empresas tiene otro proyecto en marcha que es el del Parque Empresarial La Fábrica con el alquiler de naves para empresas logísticas, de transporte y almacenamiento, y dentro de ese parque empresarial es donde hemos abierto nosotros estas nuevas instalaciones de Comercial La Fábrica Chiclana. n