En la capital se le reconoce como uno de los profesionales más implicados en la gestión cultural, especialmente en el cine, pero también en la música, dos artes de las que ha hecho su profesión. El reconocido gestor cultural Enrique Iznaola (1966) lleva más de un cuarto de siglo trabajando.
Emprendió con su empresa familiar, y aunque empezó en el ámbito local, su imparable carrera lo ha llevado a convertirse en un experto del cine reconocido a nivel nacional, en el primer jienense miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas. “Mi trabajo es mi hobby. Me ha dado satisfacciones y me ha permitido conocer a personas que admiraba y que ahora son amigos”, dice el crítico cinematográfico, que desarrolló su pluma firmando en prensa con sólo 13 años.
En la actualidad está inmerso en la reedición del que ha sido su primer trabajo como director, el documental ‘Miguel Picazo, un cineasta extramuros’, para la versión que se emitirá en TVE y en Canal Sur. “Está siendo muy sacrificado porque teníamos mucho material”, dice agradecido por la respuesta al audiovisual, nominado en la categoría de mejor largometraje documental de los 22º Premios José María Forqué y proyectado en importantes festivales nacionales. “No hay producciones de Jaén que hayan llegado a estos niveles”, reconoce como director, alabando el trabajo de su equipo, formado en su mayoría por profesionales de Jaén. “Dirigir cine ha sido toda una experiencia y estoy muy contento por la repercusión. Ha sido uno mis proyectos más importantes”, reconoce.
Su afición al cine le llegó de niño. “Tenía un amigo que era sobrino de los dueños del Asuan y allí empezó mi gusanillo”, recuerda un hombre cuyos títulos favoritos son ‘Dos en la carretera’ y ‘El apartamento’.
Hoy es director de la Muestra de Cine Español Inédito en Jaén y coordinador de los Encuentros con el Cine. “Soy un gran defensor de Jaén. Es un orgullo que seamos un referente cultural para la gente de la industria”, dice después de 15 años al frente de la Muestra y más de 20 con los Encuentros. “Se cuentan con los dedos de una mano los jienenses que se están formando en el sector y que acuden a estas citas, cuando serían una gran oportunidad”, defiende.
En cuanto al talento de Jaén, Iznaola confirma que “puedes rodar muy bien, pero desde Jaén es muy difícil trabajar”.
Reconoce la “apuesta por el cine” de la Diputación, pues a Jaén llegan reconocidos actores, productores y directores de cine con películas que no están en la cartelera. “Nos hemos convertido en un talismán para quienes pasan por los Encuentros antes de los Goya. Siempre ganan”, dice Iznaola, cuya agenda de contactos supera los 2.000 nombres de profesionales de la industria. Con muchos se encontró hace nada en los premios al cine español.
En 2012 recibió el premio González Sinde por su difusión del cine. “El cine es un elemento básico para la formación de una persona, una de las artes que más ha evolucionado hasta convertirse en industria”, defiende quien se ha convertido en el presidente de la Asociación de Festivales Audiovisuales de Andalucía, miembro de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía, responsable de actividades cinematográficas de Unicaja en Almería y Málaga, y desde hace dos años, director del Festival Internacional de Cine de Almería. “En Jaén me siento reconocido, pero tiran más de mi fuera”, asegura. Y lo hacen por su seriedad y profesionalidad.
En la capital puso en marcha los festivales de Cine Documental y de Cortometrajes, la Escuela Municipal de Cine, los ciclos de rock y el Concurso Lagarto Rock, todos desaparecidos. “Es una pena que la vida cultural de la capital se limite al Festival de Otoño”, lamenta.
Y todo ello en una ciudad que ha perdido dos cines porque “dejaron de ser rentables”, pero que ha sido escenario de más de un centenar de audiovisuales, según sus investigaciones. “Los escenarios cinematográficos de la capital son la Catedral, el Castillo y el casco antiguo, que tiene una personalidad muy definida”, concluye.
