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Remodelación en el bus que no convence

Con respecto a la tarjeta recargable, mayores y jóvenes se sienten perjudicados por las medidas tomadas, pensando que no cuentan para el bipartito

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  • El interior de un autobús -

A  finales del 2016, el equipo de Gobierno, formado por PSOE e Izquierda Unida y capitaneado por David de la Encina, aprobó y dio a conocer una remodelación en el servicio de tarifas y precios en el transporte urbano que no está convenciendo al usuario del autobús, según aseguran los propios afectados en estos primeros meses de puesta en marcha.


Para empezar, la portuense María García asegura que “se trata de una remodelación, cuando en realidad decían (el equipo de Gobierno), que habían bajado la tarifa, cuando no es así, no en todos los casos”, explica. Y es que, como bien indica, en lo que respecta a la tarjeta recargable, antes de dicho cambio, jóvenes y pensionistas abonaban 4,85 euros por 10 viajes, y el ordinario salía a algo más de seis euros. Con esta remodelación, a partir del pasado 1 de diciembre de 2016, cualquier usuario, pertenezca al sector poblacional al que pertenezca, abonará cinco euros, lo que supone un perjuicio para los jóvenes y pensionistas, “que parece que, desde esta fecha, cuentan menos para el equipo de Gobierno”, explica.


“Está muy bien que todos los ciudadanos paguemos el mismo precio por los diez viajes, pero entiendo que los mayores se sientan perjudicados porque pagan 0,15 euros más que antes, lo que, poco a poco, supone un mucho. Y por norma general, los pensionistas disponen de menos dinero, al igual que pasa con los jóvenes, que suelen ser estudiantes, y ahora se sienten castigados. Lo sensato es que hubieran puesto todos los precios por debajo de los 4.85 euros que pagaban antes estos dos sectores, o a ese mismo precio. Pero no que tengan que pagar más por coger el autobús”, explica Manuel Castellón.


En resumen, el bono de diez viajes ordinario baja algo más de un euro, mientras que el de pensionistas y jóvenes sube 0,15 euros.


Por otro lado, otra reivindicación ciudadana está dirigida a las gratificaciones a la hora de hacer la recarga. Como bien denuncia María García, “en otros municipios, si recargas diez euros, te cobran un precio, pero si en cambio recargas mayor cantidad de viajes, te van bajando el precio, cosa que no pasa en El Puerto”, lo que “nos parece muy mal a los usuarios del autobús porque no es justo que, los que apostamos por comprar más viajes, no nos veamos recompensados”. El Consistorio posibilita que los clientes del autobús puedan recargar diez, veinte o treinta viajes.


¿Y las tarjetas?


Por otro lado, los usuarios también entienden que lo lógico sería que las tarjetas recargables, ahora que tienen el mismo precio, tuvieran el mismo color. Pero en cambio, desde que se cambiaran las tarifas, no se ha producido dicha modificación. Así, las tarjetas de pensionistas y jóvenes es azul y granate y la ordinaria tiene dos tonos de azul. Por tanto, se siguen diferenciando,“cuando en realidad cuestan lo mismo. No tiene sentido”, añade una usuaria del transporte público.


Según ha podido saber este medio, el coste de esta retirada de tarjetas para unificar los colores, sería muy alto, dado el número de tarjetas existente, algo que no conviene a la empresa, a la UTE Daibus. Algo que supone otra queja, por tanto, para los usuarios, “porque se deben hacer todos los cambios previstos o ninguno, pero hacer las cosas en condiciones”, reclama María García.

El billete diario


Pero la queja también llega por la subida del billete diario ordinario que, de forma puntual, compran los usuarios esporádicos del transporte urbano. Y es que, como bien denuncian a este medio, ahora pagan 1.20 euros por un viaje en autobús, cuando antes su precio era 0.15 euros más bajo. Así, explican los denunciantes, no se fomenta que se tome el autobús, sino todo lo contrario, sobre todo porque subiendo los precios “no se tiene en cuenta la situación por la que atravesamos los portuenses, porque nuestra economía no es precisamente para tirar cohetes para que, encima, tengamos que pagar más por servicios que entendemos básicos”, añaden. Toda esta remodelación, a algunos de los denunciantes les parece “una estafa encubierta”.


Además, la edad de los autobuses tampoco es precisamente algo con lo que estén satisfechos los usuarios. “Hay autobuses muy viejos que da miedo coger. Cuando a mi parada llega uno de esos autobuses viejos me echo a temblar, porque me da la sensación de que vamos a tener algún accidente, o se va a quedar parado en medio de la carretera o algo similar”, explica Amalia Rodríguez, una persona mayor que, según detalla, tiene que tomar el autobús “todos los días para ir a hacer la compra al centro, o al supermercado o a casa de mis hijos. No tengo más remedio, por eso pido a quien corresponda que nos trate bien porque pagamos nuestros impuestos y el autobús, para tener que ir con miedo”.


Y aunque algunos autobuses “son relativamente nuevos, hay otros que, seguro que reúnen las condiciones, porque de otra manera no estarían funcionando, pero que no dan confianza”, explica María García. “Y eso provoca que, quien pueda, en vez de coger el autobús, deseche esa idea, y después nos pedirán que dejemos el coche aparcado y nos acostumbremos a coger el autobús, pero en cambio no nos dan un servicio adecuado”.


Así, parece que el servicio del transporte urbano no contenta a muchos usuarios, que entienden que el Gobierno local debe hacer un examen detallado del mismo y solicitar a la UTE Daibus que tenga en cuenta la mejora de las condiciones que se ofrecen, porque en general está suponiendo mucho descontento entre los usuarios.

Un autobús llega diez minutos antes y no esperan

Esta semana, los vecinos de Urbaluz asistieron atónitos al hecho de que un autobús el martes pasara 10 minutos antes de la hora prevista, sin que el conductor esperara a su hora, lo que provocó que alumnos llegaran tarde a su centro y usuarios al médico.

Líneas excesivas y con  recorridos muy largos

n El exceso de recorrido de algunas líneas existentes es una de las quejas más arraigadas entre los usuarios del transporte público, que solicitan que se ponga mayor número de líneas y se acorten las más largas y que, quien haga recorridos largos, haga trasbordo.Quejas por la falta de horarios previstos

Una de las quejas más recurrentes de los usuarios del autobús es que no hay horarios fijos y por tanto, puede ocurrir lo que ha pasado esta semana, que si el conductor no espera, el usuario puede perder el transporte que tenía previsto tomar.

La estación de autobuses, muy necesaria

Aunque se trata del transporte interurbano y no urbano, la estación de autobuses, dependiente de la Junta de Andalucía, es una de las infraestructuras necesarias para la ciudad, según opinan los ciudadanos y usuarios del transporte público.

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