¡Tacita! Las despedidas son tan amargas... así comienza la presentación de estos barqueros que cierran la Gran Final. Esta comparsa no entiende de horas y defiende sus coplas con uñas y dientes.
En el primer pasodoble cuentan la historia de como una madre muere al dar luz a su niña y ruega al barquero que la custodie hasta el día de su muerte para poder encontrarse con ella de nuevo.
En el segundo de los pasodobles entonan estrofas de letras del Carnaval de Cádiz de muchos autores y rematan diciendo que es la verdadera eternidad. Puede ser esta la letra del concurso.
Amena tanda de cuplés. El primero a la subida de la luz y la solución que tienen que adoptar ellos al para navegar por el túnel y la segunda letra ejercen su oficio y se llevan a ¡Manué' que ya huele.
Colofón final con un popurrí de los mejores de la modalidad.