La elaboración de un proyecto que determine la cuantía de las obras será fundamental para la confirmación de la aportación que cada administración pública pondrá sobre la mesa. Ésta es la principal conclusión que se puede extraer de la reunión mantenida el viernes en el Ayuntamiento de Arcos en la quedó totalmente escenificado el compromiso de los gobiernos estatal, autonómico, provincial y municipal para atajar los deslizamientos del terreno de la ladera oeste de la ciudad. Como segunda gran novedad después de lo vertido hasta ahora, se encuentra el compromiso no sólo para acabar con el problema concreto de La Verbena -valorado en cinco millones de euros-, sino el de buscar una solución más allá que posibilite la sujeción de gran parte del centro urbano de la ciudad, más de un kilómetro.
De hecho, el subdelegado del Gobierno central en la provincia, Agustín Muñoz, señaló el acuerdo alcanzado en la mesa para evitar modificaciones posteriores, para coincidir con el resto de interlocutores en la necesidad de esperar un proyecto definitivo que cuantifique las aportaciones de cada parte. En la misma dirección, la diputada provincial de Desarrollo, Innovación y Cooperación Local , Encarnación Niño, mostró la completa disponibilidad de la administración que representa, lo cual hará asumiendo la financiación que corresponda al Ayuntamiento de Arcos. Niño agradeció particularmente a los vecinos afectados -alrededor de 300 familias- la paciencia que hasta el momento han mostrado, pues su problema arrastra ya doce años. En la misma línea, la secretaria General de Vivienda de la Junta de Andalucía, Catalina Madueño, se refirió a “un gran día para Arcos” por la voluntad común para resolver el problema urbanístico derivado del carácter arcilloso de los terrenos y de su deslizamiento. De ahí, aludió a la dificultad que entraña un proyecto definitivo en el que, no obstante, ya trabaja la Junta consultando memorias de actuaciones anteriores. En este sentido, la representante de la Junta se mostró cauta para no confirmar los hipotéticos 15 millones de euros que costaría una actuación definitiva sobre la ladera. De corroborarse tal cantidad, incluso superior, no se descarta incluso solicitar ayudas a la Unión Europea dada la excepcionalidad que reviste este problema en el marco autonómico.
El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, agradeció el interés y la sensibilidad mostrada por las administraciones, así como la paciencia de los vecinos afectados, especialmente de las 22 familias que tuvieron que desalojar un bloque de viviendas por su avanzado estado ruinoso. Isidoro Gambín no quiso apuntar a culpables de la situación, aunque se refirió a la recalificación en urbanizables de los terrenos a la luz del PGOU de 1994; tarea que correspondió al entonces gobierno del PP. Sin embargo, históricamente se sabe en Arcos que los terrenos en cuestión siempre sufrieron deslizamientos, lo cual queda demostrado con el derrumbe de edificios emblemáticos de la zona, entre ellos la antigua estación ferroviaria o el edificio de Telefónica en la avenida Muñoz Vázquez. En este sentido, el problema no sólo afecta a la barriada de La Verbena, sino a Pueblos Blancos, varias avenidas, plaza España, Paseo de Andalucía... Se habla de un tercio del centro urbano de Arcos.
Los vecinos esperan que los ensayos geotécnicos para la futura actuación comiencen cuanto antes. El ingeniero que seguirá con toda probabilidad dirigiendo las obras será el prestigioso Emilio Yanes, que en su día incluso se refirió a la posibilidad de levantar el edificio hoy en ruinas como emblema del corrimiento de terrenos en Arcos.
