El Centro de Congresos Cortes de la Real Isla de León ha vivido esta tarde un acto en homenaje al cargador distinguido, que ha resultado largo, por cuando ha tenido un homenaje a los cargadores fallecidos en el último año, el recuerdo a Alfonso Berraquero García, escultor isleño, la presentación de un nuevo elemento, tallado por Oscar Añino, como símbolo de un cargador agarrado a la pata de un paso y la propia exaltación del cargador distinguido, además de los diplomados de este año.
Más de hora y media de un acto que se inició con el recuerdo de los cargadores distinguidos anteriormente. Posteriormente, fueron entregados los diplomas a los cargadores seleccionados según las cuadrillas. Por orden alfabético de apellidos, subieron al escenario Francisco José Ariza Blanco, Juan José Barral López, Rafael Castañeda Vázquez, Enrique Fernández Fernández, Francisco J. Garcés San Jorge, Daniel García Barrera, José María Gil Ruano, Alberto Martín Oliva, Sebastián Muñoz Castillo, Manuel Pavón Garrido y José Luis Sánchez Mellado. Todos formaron en el procenio del Centro de Congresos. Pero faltaba mucho más.
No fue un acto propio del cargador. Una saeta de José Malia, un recuerdo más que merecido a Alfonso Berraquero en el décimo aniversario de la bendición de la Virgen de la Victoria, una glosa del nuevo símbolo que estará presente cada año en el homenaje al cargador y al final, la exaltación del cargador, que de forma magistral y con el corazón puesto en ella, pronunció José María Ruiz Coello, antiguo hermano mayor de la Soledad, cofrade y sobrino del homenajeado, Antonio Coello Vázquez.
Bonitas fueron las palabras de José María Ruiz destacando la trayectoria de Antonio Coello, 'Ñoño' en adelante, y con un más que merecido recuerdo a José Luis Coello, hermano del homenajeado fallecido el pasado mes de enero.
Después, llegó el momento más importante, aunque con tanto video y entremeses, se diluye y pierde importancia, como el homenaje al cargador distinguido. El hermano mayor de la hermandad, Antonio Moreno Sierra impuso, no sin cierta dificultad, la insignia de plata de la hermandad. Terminaba el homenaje con las palabras de agradecimiento de Antonio Coello y con el hermano mayor y el primer teniente de Alcaldía.