La asociación fotográfica Fo-Cal regresa al primer plano de la actualidad si es que alguna vez lo ha abandonado. Y lo hace doblemente; por la apertura de la exposición colectiva ‘Inquietudes’, que cumple su octava edición, y por su participación en la aún novedosa liga fotográfica de la provincia, donde marcha en primer puesto por la calidad de los trabajos presentados. Juan Bautista Mariscal López es su presidente y responsable de la fundación ‘Víctor Marín’ que recoge un impresionante legado fotográfico que sirve, en definitiva, como soporte documental del incalculable valor en la historia de la ciudad.
No se entendería un colectivo como Fo-Cal sin Arcos…
—Tenemos el marco, tenemos el atrezo y, siendo uno de los pueblos más bonitos de España, tenía que tener una asociación fotográfica que recogiera la esencia del pueblo. Tenemos muy buenos fotógrafos y un colectivo que está funcionando bastante bien. Particularmente, me siento muy contento con la forma en que estamos trabajando.
Arcos que inspira a pintores, poetas... y a fotógrafos.
—Lo principal, diría, es la luz. Arcos es la luz. También porque nuestras casas son blancas y se reflejan de una forma especial. Eso hace que el fotógrafo se entregue y se enamore de su luz.
Fo-Cal nació en los años ochenta reuniendo a un grupo de amigos aficionados a la fotografía. Hubo un paréntesis en el tiempo y esta iniciativa se retomó en una segunda etapa hace unos diez años. En tu caso, ocho años como presidente. ¿Cómo se vislumbra esta etapa?
—Lo importante es que Fo-Cal es una gran familia. Retomamos esta etapa y poco a poco hemos ido trabajando y consolidándonos. Eso se nota en los trabajos, en la sede, en la agrupación, los miembros… Fo-Cal es ahora mismo un todo en uno y todos trabajamos en el mismo camino. Poco a poco vamos a más.
Me consta que sois muy disciplinados y metódicos. ¿Cómo funcionáis?
—Tenemos una pequeña sede en la calle Maldonado, justo al lado del belén monumental de El Camborio, donde nos reunimos todas las tardes de los martes. Estudiamos nuestras ideas y proyectos, y sobre todo hablamos de fotografía. A partir de ahí van surgiendo ideas y trabajamos en ellas: exposiciones, quedadas, cursos, talleres… En definitiva, hacemos lo que nos gusta: hablar de y ver fotografía; de lo contrario Fo-Cal no tendría sentido.
La formación es algo que tenéis muy en cuenta porque siempre estáis en plena evolución…
—Uno de los problemas que tenemos con la fotografía actual es que se avanza y evoluciona minuto a minuto, y por eso no nos podemos quedar atrás. La tecnología avanza y Fo-Cal va de la mano con estos avances. No obstante, hay personas dentro de la asociación que siguen trabajando la fotografía analógica. Esto es importante porque indica que Fo-Cal está avanzando. Somos catorce socios y todos avanzamos con esas tecnologías.
¿Cómo valoráis vuestro contacto con la sociedad? El vínculo son las exposiciones y el contacto con el público…
—Fo-Cal tiene más de veinticinco años de historia y esto hace que cada uno de sus socios esté en contacto diario con la sociedad.
Y ahora octava entrega de ‘Inquietudes’, la exposición que viene a reflejar esa evolución…
—Creo que año tras año nos vamos superando. Esta vez contamos con tres nuevas incorporaciones: Rafael Barrios Orozco, José Manuel Manzano y Adil Azemat. Efectivamente, con esta exposición mostramos la evolución como colectivo pero también individualmente. Cada uno de los socios expresa lo que quiere.
Fo-Cal no es un coto cerrado. Aquellos que tengan una inquietud por la fotografía, ¿qué pueden hacer para formar parte del proyecto?
—Efectivamente, no somos un grupo cerrado: al revés. Colaboramos con otros muchos grupos. Todo el que pide ayuda a Fo-Cal encuentra sus puertas abiertas. El interesado se puede poner en contacto con los socios o asistir a una reunión de los martes. No hace falta ser un profesional o saber hacer fotografías, sino simplemente tener una inquietud. Incluso no es preciso tener una cámara. Ni siquiera pagamos una cuota de inscripción.
Yo diría que Fo-Cal es un colectivo generoso y altruista, que no solo trabaja para sí mismo. Entre sus integrantes hay, por ejemplo, magníficos cartelistas que son ‘clásicos’ en los acontecimientos locales.
—Cuando salimos a la calle, todo lo que vemos son imágenes. Para los que nos dedicamos a esto, todo acontecimiento que necesite una fotografía encuentra en Fo-Cal un amigo. Diego García Silva tiene un récord en carteles de Semana Santa; hacemos fotografía de naturaleza para catálogos; tenemos a Miguel Olivera Amaya que es uno los fotógrafos del ámbito micológico más conocidos de España; fotografías taurinas y flamencas de Rafael Barrios, retratos… Esto hace que quien necesite una fotografía la encuentre en Fo-Cal. A nosotros no nos cuesta trabajo, todo lo contrario.
Fo-Cal también prestigia la cultura de Arcos fuera de sus fronteras. La revista más conocida del sector profesional, VF, te dedica un amplio reportaje con motivo de un proyecto sobre el que trabajas ahora mismo…
—Fo-Cal es conocido a nivel provincial, andaluz y nacional, e incluso fuera de España. El proyecto es ‘La eternidad de los instantes’, y he tenido la suerte de que me publiquen un reportaje sobre un trabajo que vengo realizando en los últimos cinco años en Marruecos. Estoy muy contento y orgulloso de este trabajo. Hace cinco años empezamos a ir a Marruecos Diego García Silva y yo, a un festival de fotografía en Chaouen. La luz de Marruecos es parecida a la de Arcos, con la diferencia de que las paredes son azules. Trabajar allí es maravilloso, su gente, cómo nos hemos integrado, cómo nos conocen, cómo nos abren sus puertas. El 28 de abril se presenta en Arcos como exposición.
Eso en el plano personal, pero como colectivo participáis en una curiosa liga fotográfica en la provincia. Esto suena a fútbol…
—Lo importante es que un concurso se tome como una forma de aprender, de dar a conocer tu trabajo y que alguien que sabe más que tú valore tu trabajo. Participan prácticamente todas las asociaciones fotográficas de la provincia. Empezamos siendo los primeros y seguimos siendo los primeros. Eso no es casualidad. Trabajamos para terminar primeros. Funciona como una liga deportiva, acumulando puntos. Cada asociación presenta una fotografía que se presenta a su vez a un jurado itinerante que puntúa la foto del mes. Se suman los puntos y hay una clasificación. Este mes, de los diez primeros, seis son de Fo-Cal, lo que quiere decir que trabajamos muy bien. Y, lo más importante, cada vez nos sentimos más unidos.
Y con tanta actividad, ¿hacia dónde camina Fo-Cal?
—Aspiramos a seguir trabajando por la fotografía desde Arcos. En Arcos hay muy buenos aficionados y profesionales. No hay otro camino que la fotografía en sí. Quien se quiera unir, que se una. Trabajaremos por la fotografía en Arcos, en la provincia, Andalucía, en España y fuera de España.
Quizás esta sea la ocasión para recordar a viejos compañeros que iluminaron el nacimiento de Fo-Cal…
—El fotógrafo por excelencia fue Víctor Marín, que captó las imágenes de Arcos como pocos. Gracias a él tenemos una historia documental del Arcos de los años treinta y cuarenta; tenemos fotografías de los archivos de los Velázquez, de los Cuevas… A partir de Víctor Marín aparecen figuras como Isabel Mena, Cristóbal Romero, Márquez, Diego García… y sobre todo Rafael Rossetti. Fundaron Fo-Cal hace más de veinticinco años; personas que siguen defendiendo la fotografía y que nos aconsejan a los más jóvenes sobre lo que tenemos que hacer. Me gustaría destacar la labor de Rossetti porque hizo un trabajo magnífico. Ese camino nos lo hemos encontrado casi labrado los que ahora estamos en Fo-Cal.
¿Os sentís no reconocidos, sino apoyados que es distinto?
—Sí. Apoyados por Arcos y su Ayuntamiento. Si no fuera por el apoyo, Fo-Cal no estaría ahora donde está. No hablo solo de instituciones, sino de vecinos que van a las exposiciones, que nos animan por la calle… La gente se identifica con nuestro trabajo y eso es un orgullo. También estamos apoyados por otras asociaciones.
Así despedimos a Juan Mariscal, que al igual que sus compañeros, se dispone a vivir unos días especiales -Semana Santa- porque para la familia Fo-Cal es una nueva ocasión para mostrar a arcenses y visitantes la dimensión estética de una cita santo y seña de Arcos. En las calles nos vemos…