La Hermandad del Rocío de Jerez camina ya por Doñana en busca de su reencuentro anual con la Blanca Paloma, que se producirá en las primeras horas de la tarde de este próximo sábado. La primera jornada de camino -que a diferencia de lo que ocurriera el año pasado estuvo marcada por el calor-, dejó datos interesantes en el embarque de Bajo de Guía que hablan de un notable crecimiento en número de romeros y caballos con respecto a ediciones anteriores.
Según los datos facilitados por la Junta de Andalucía a través del Plan Romero, la comitiva de Jerez estuvo integrada por 2.369 personas, muy por encima de las 1.622 que se contabilizaron en 2016, si bien se trató de un año anómalo dadas las inclemencias meteorológicas. Pero esa cifra de 2.369 romeros rebasa también a la de 2015, cuando fueron 2.200 las personas que acompañaron al Simpecado de Jerez.
En la comitiva se integraron también 280 caballos (230 en 2015), 33 vehículos pesados, 138 vehículos ligeros y 29 carretas. En todos los casos las cifras son más elevadas que las contabilizadas en 2015 y bastante mayores que las del año pasado.
La carreta del Simpecado embarcó en Bajo de Guía al filo de las 18.15 horas, poniendo rumbo a la playa de Malandar para a continuación continuar por el Llano de la Plancha, buscando la pernocta en Marismilla.
La de ayer fue una jornada dura para los romeros jerezanos, que debieron madrugar para participar en la eucaristía que en Santo Domingo supuso el inicio del camino hacia la aldea almonteña. Poco después de las nueve de la mañana, el Simpecado fue entronizado en la carreta, buscando la comitiva la salida hacia la carretera de El Barroso y el posterior rengue de almuerzo en Ventosilla. La dureza del asfalto y el calor se convirtieron en los principales obstáculos de este inicio de camino.
La misa de romeros fue en esta ocasión oficiada por el director espiritual de la Hermandad del Rocío de Jerez, el dominico fray José Gil. El obispo de Asidonia-Jerez presidió por su parte la misa de la Hermandad de Sanlúcar, pero estará mañana viernes en la eucaristía del Cerro de los Ánsares. Como es tradicional, el tramo urbano de esta primera jornada de camino volvió a llevar el Simpecado a las personas acogidas en el Hospital San Juan Grande.
