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Obras que ralentizan el verano portuense

En Pozos Dulces se siguen produciendo atascos en el tráfico, que han ido creciendo con creces

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  • Obras en Santa Clara -

El verano portuense se caracteriza por ser una época en la que la ciudad atrae a gran cantidad de gente. Y a pesar de que los veranos ya no son lo que eran antaño, hay un flujo importante de personas que intentan acceder, estar, aparcar, pasear, permanecer y moverse por la localidad, no solo por la zona de la costa, sino también por el centro.


Y es ahí donde llega el problema, y es que el centro está copado de obras que obstaculizan esa libertad del ciudadano y el turista para poder moverse con soltura y la responsabilidad recae en el equipo de Gobierno, en el bipartito formado por PSOE e IU.


Para empezar, el simple hecho de intentar acceder al centro ya supone un inconveniente, porque la primera de las obras es la del aparcamiento subterráneo de Pozos Dulces, que está provocando que se haya modificado el acceso a El Puerto para poder continuar con estas obras. Por ello los ciudadanos se preguntan por qué el equipo de Gobierno está haciendo coincidir varias obras que empeoran el movimiento por la localidad.


Unos trabajos los de Pozos Dulces  “que están suponiendo, como ya vaticinábamos, una traba para nuestros comercios”, asegura un comerciante de la zona, porque “la gente se piensa mucho si entrar o no al centro, porque las colas son eternas y ya no se sabe ni por qué calles se puede coger”.  Y cuando ven las colas “hay quien huye, y yo seguramente también haría lo mismo. Si esto sigue así, la gente se acostumbrará a esta situación y se irá a otras ciudades de la provincia”, lamenta.


Pero si nos adentramos en el centro, la situación no mejora. Y al llegar al cruce de las calles Micaela Aramburu con Federico Rubio hay otra obra que afecta al tramo que corresponde desde esta zona hasta la calle Valdés, lo que ha supuesto  un cambio en el tráfico y un quebradero de cabeza para los conductores.


“La ciudad se ha vuelto una locura. Yo ya no sé por qué calles voy a poder coger. Nos hemos llevado meses con la calle Larga cortada y ahora, con el verano en ciernes, tenemos Pozos Dulces y toda la avenida de la Bajamar”, denuncia Lourdes B.


La avenida de la Bajamar ha perdido espacio para el aparcamiento para poder habilitar un carril para cada sentido del tráfico. Y la pérdida del aparcamiento no es algo que satisfaga a los comercios de la zona, pero tampoco a los propios clientes o consumidores.


“Estamos hartos de que el Ayuntamiento haga obras en los peores momentos. El verano es la época en que podemos sacar beneficios a nuestros negocios y es cuando se nos cambia el tráfico, se nos cierran calles, se quita aparcamiento a los clientes, que llegan y se quejan e incluso la pagan con nosotros”, asegura un comerciante de la avenida de la Bajamar.


“No estoy dispuesta a aparcar en uno de los aparcamientos del Ayuntamiento, porque no quiero llenar las arcas. Lo que quiero es que me devuelvan el aparcamiento a pie de calle, porque antes si venía al centro podía aparcar con normalidad, pero ahora es imposible. Si ya en verano es más complicado encontrar un hueco para el coche, ahora es más que imposible, por lo que prefiero dejar de venir al centro e ir a Valdelagrana o a los chiringuitos a pie de playa”, admite Laura H.

La tercera pata


El tercer extremo de estas “incómodas” obras son las de Santa Clara, que a pesar de estar llegando a su recta final, aún no han terminado y siguen suponiendo distintos quebraderos de cabeza para los conductores.


A principios de esta semana, los conductores se encontraban con la reducción de carriles en la zona entre la avenida del Ferrocarril y la avenida de Valencia, que ocasionó algunos malentendidos entre los propios conductores. Los operarios entonces estaban llevando a cabo, como en los días posteriores, tareas de pintado de las señales horizontales.


Así, los operarios han terminado de pintar o perfilar las señales en el suelo, como cedas el paso, espacios prohibidos, líneas continuas y discontinuas y aparcamientos de la zona que ocupan los socios de la asociación de transportistas, con un área dedicada para los camiones, y otro para el resto de los usuarios.


Además, falta finalizar una actuación cercana a la Ermita de Santa Clara con respecto a las aceras y espacio que se encuentra cercano a las viviendas de esta zona.


Los ciudadanos se muestran molestos porque estas obras se están alargando en el tiempo, ya que desde noviembre en que comenzaran los trabajos deberían haber acabado a mediados de febrero, como anunciara el propio alcalde, David de la Encina, pero aún en el mes de junio no se han finalizado, por lo que los portuenses responsabilizan al primer edil y por ende al equipo de Gobierno al completo, porque no están cumpliendo con los compromisos adquiridos con la ciudadanía.


Y estos retrasos suponen que “nos encajamos en verano y tendremos follones para poder pasar por esta parte, que será un embudo en el que nos veremos un montón de coches atascados”, indican.
Por otro lado, hay quien también opina que el tamaño de las dos rotondas de Santa Clara son muy grandes y habrá que lamentar, en breve, algún que otro accidente, porque la velocidad no se adecúe al espacio que hay para poder tomarlas.

 

Y los barrios, esperando las obras con paciencia

Las obras que acumula el centro de la ciudad, que afectan al turismo de la época veraniega, se contraponen a las que faltan en los barrios portuenses, que esperan con paciencia prácticamente desde hace dos años los trabajos de mantenimiento necesarios.

Vallas en Santa Clara  que reducen el espacio

Este lunes las obras de Santa Clara acumulaban unas vallas que reducían los carriles de dos a uno en la zona cercana a la sede de los transportistas, lo que ocasionó ciertos problemas de entendimiento entre conductores, sin llegar a colisiones.

El centro, totalmente cortado y con retenciones

Las mayores retenciones que acumula el casco histórico se suceden en horas punta de entrada y salida de los trabajos, ahora que ha acabado el curso escolar, y los fines de semana, cuando la ciudadanía y los turistas quieren acceder al centro de la ciudad.

Obra en la Barriada de la Playa que no ayuda

La obra que se está ejecutando en la zona cercana al colegio Sagrado Corazón por la calle Aurora no ayuda a los problemas de tráfico que se acumulan en la zona de la Bajamar y la calle Micaela Aramburu, porque las retenciones se empeoran.

 

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