No hay marcha atrás. El alcalde de Jaén, Javier Márquez, reiteró ayer la voluntad del gobierno municipal de seguir adelante con el plan de peatonalización del centro urbano de la capital, pese a las muchas voces discordantes que están surgiendo desde distintos colectivos. “No se trata de impedir el paso a los vehículos, pero sí de limitar su uso y no utilizar el coche de forma gratuita”, enfatizó Márquez, tras dejar claro que el plan diseñado en Jaén quiere tomar como referencia a Pontevedra, que el año pasado recibió el premio ONU Habitat por su modelo urbano peatonal.
Esta ciudad gallega de algo más de 80.000 habitantes es hoy un espejo donde se miran muchos alcaldes. Y es que, en apenas 15 años ha logrado que más del 70% de los desplazamientos urbanos se hagan a pie o en bicicleta y ha reducido en más de un 80% las emisiones de CO2 en el centro urbano. El plan eliminó barreras arquitectónicas, amplió las aceras para que los vecinos se apropiaran del espacio público, se actuó en zonas muy degradadas y se construyeron aparcamientos disuasorios y gratuitos en la periferia, a no más de 15 minutos andando. Pontevedra fue también la primera urbe española que limitó la velocidad de los coches a 30 kilómetros/hora, 20, en el casco histórico. Y, aunque muchas medidas despertaron recelos entre muchos colectivos, ahora son ellos mismos los que piden más zonas peatonales porque han visto que atrae a más gente a las tiendas, Eso sí, el Consistorio apoyó al comercio local con medidas como no permitir la construcción de grandes superficies comerciales la ciudad, convertida ahora en un gran centro comercial. En la capital jienense, en cambio, tanto el gremio Comercio Jaén como otros colectivos y grupos políticos no creen compatible el plan de peatonalización del centro de la ciudad con la construcción del centro comercial ‘Jaén Plaza’ en el paraje de Las Lagunillas.
El plan de peatonalización de Jaén, que se ha ralentizado al no contar con los fondos DUSI con los que se quería financiar, cuenta con cuatro fases de actuación. En la primera de ellas, que se empezó a aplicar antes del verano, se ha actuado en la prohibición del estacionamiento de ciclomotores y motocicletas en zonas como la Plaza de San Francisco y Calle Cronista Cazabán, ofreciéndose como alternativa la calle Muñoz Garnica. También se ha regulado el estacionamiento en las zonas de estacionamiento limitado para carga y descarga dentro del perímetro de la zona centro.
El concejal de Tráfico, Juan Carlos Ruiz, dijo ayer que en este mes de septiembre está previsto activar la segunda fase del plan, que incluye medidas como la reordenación del tráfico o la modificación del trazado del transporte público. En este sentido, ya se han realizado trabajos de adecuación en la calle Madre Soledad Torres Acosta para facilitar el acceso de los autobuses urbanos en dirección hacia Los Jardinillos. Hay que recordar que los vehículos que provengan de la zona sur sólo podrán entrar al centro por las calles Vergara, Rastro, Madre Soledad Torres Acosta, Eduardo Arroyo, Álamos y plaza de San Francisco.
Mercado de San Francisco
De otro lado, la Asociación de Industriales del Mercado de San Francisco va a celebrar en la tarde de hoy martes una asamblea donde va a estar presente la inquietud que ha generado entre el colectivo el plan de peatonalización del centro urbano y, en concreto, la alternativa que se plantea para el acceso de los vehículos al mercado, a través de las calles Álamos, plaza de San Francisco, Bernabé Soriano (un carril) y Joaquín Tenorio. “Es un plan que nos genera muchas dudas; nos jugamos el futuro del Mercado de San Francisco y de los 400 empleos directos e indirectos que genera”, apuntó ayer Daniel Berrios, portavoz de la Asociación de vendedores. Valoran, no obstante, que el Consistorio haya invertido el sentido de la calle Rastro para acortar los accesos al mercado desde la zona sur, pero reclaman otras medidas.
