La joven Oumo y su hijo de 4 años, que llegaron a territorio español en dos pateras distintas, están ya juntos y "muy contentos", después de haber pasado siete meses separados en dos centros de acogida de Melilla y Jerez de la Frontera (Cádiz).
Según ha informado a Efe la organización Women's Link Worldwide, ambos pudieron reunirse ayer en Melilla, donde el menor estaba en un centro de acogida.
Su madre viajó hasta allí para recoger a su pequeño y ambos se trasladaron a la residencia de acogida para migrantes de Jerez de la Frontera, en la que la mujer vive desde su llegada a España.
"Fue un encuentro superemotivo, el niño se puso muy contento", ha explicado una portavoz de Women's Link Worldwide.
Oumo, de origen costamarfileño, se trasladó desde su país a Marruecos con su hijo recién nacido para trabajar en el servicio doméstico.
Cuando su hijo tenía 4 años, decidió migrar a Europa en busca de un futuro mejor.
Como no tenía dinero suficiente para pagar el viaje en patera junto a su hijo acordó con su hermana, que también trabajaba en el servicio doméstico en Rabat, la que se trasladara primero con el niño a España.
La madre se quedó en Marruecos trabajando para ahorrar más dinero y reunirse con ellos después.
El niño y su tía partieron el pasado mes de marzo en una zodiac hacia España que fue rescatada por la Guardia Civil y conducida a Melilla.
Allí fueron separados porque la mujer no era la madre del pequeño. La tía no pudo volver a ver al pequeño, que fue internado en un centro de menores.
Su madre cruzó el Estrecho un mes después en otra zodiac que fue rescatada y conducida a la costa de la península.
Tras pasar por el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras, Oumo se trasladó a una residencia de acogida para migrantes en Jerez de la Frontera.
Desde allí no ha parado de luchar por poder reunirse con su hijo, algo que consiguió ayer, tras siete meses.
La separación de Oumo y su pequeño motivó que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), tras una denuncia de Women's Link Worldwide, pidiera explicaciones a España y solicitara que, mientras se resolvía el test de ADN, facilitara alguna comunicación entre ellos.
Tras más de seis meses sin verse ni poder hablar, a partir del 25 de octubre el Estado permitió que Oumo y su hijo se vieran por videollamada tres veces en semana.
La Consejería de Bienestar de Melilla y el abogado del Estado permitieron que ambos se reunieran ayer una vez los resultados de ADN demostraron que Oumo es madre del niño.
A pesar de la reunificación, Women's Link ha anunciado que continuará adelante con la demanda ante el TEDH por la vulneración de los derechos fundamentales de Oumo y su hijo.
En su denuncia critican que el Estado español haya tardado siete meses en reagruparlos, cuando "desde el primer momento el Servicio de Protección de Menores de Melilla conocía la identidad y localización de Oumo y su interés en confirmar su relación con el niño".
La organización destaca que la separación les ha causado un gran sufrimiento a ambos.
Oumo ha estado "muy estresada y preocupada" por no saber cómo estaba su hijo "y por el miedo de que comenzara un proceso de adopción sin su consentimiento y sin que a ella le informaran de nada, como ya ha ocurrido en otras ocasiones".