En el tercer trimestre de 2017 se han registrado en el conjunto de la provincia de Cádiz12.891 contratos en el sector de la construcción, un incremento del 1,02 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. El dato invita al optimismo, pero las cifras están lejos de las que se registraban antes de que en el ejercicio 2009 estallase la crisis económica.
Y es que en el tercer trimestre de ese fatídico año, la población activa en la construcción en la provincia era de 72.400 personas. De ellas, 55.000 estaban ocupadas y 17.400 paradas. La crisis económica era una realidad, con un descenso de algo más del nueve por ciento en la población activa de la construcción. Más de 44.000 trabajadores de esta rama estaban afiliados a la Seguridad Social en la zona, con un descenso respecto al mismo trimestre del año anterior del 24,74 por ciento.
En el mismo periodo de 2017, la estimación de la Junta de Andalucía de la población activa en la construcción en la provincia de Cádiz se sitúa en 28.100 personas, con 22.600 ocupados y 5.500 en el desempleo. Desde ese 2008 a la actualidad se han perdido más de la mitad de los puestos de trabajo que daba un sector clave en la economía gaditana.
Buena parte de los trabajadores del sector de la construcción debieron refugiarse entonces en el sector de la hostelería, tal y como apunta el presidente de la patronal Horeca, Antonio de María, que asegura que si bien en los primeros años de la crisis se produjo un trasvase más que significativo de trabajadores de la construcción al sector servicios, en la actualidad la tendencia no sólo ha disminuido sino que se está produciendo al revés. Antonio de María manifiesta que la construcción se está recuperando y que son muchos trabajadores los que están volviendo a esta actividad, donde entre otras cosas los sueldos son más elevados.
Tomás Calvo, secretario provincial de Acción Sindical de Construcción y Servicios de CCOO en Cádiz, asegura por su parte que no hay que magnificar el traspaso de trabajadores que se produjo de la construcción al sector servicios durante la crisis. Dice que ahora hay brotes verdes, datos que indican que la actividad se está recuperando en el sector de la construcción. De hecho, el dirigente sindicalista reconoce que se está produciendo un aumento de la demanda de cursos de riesgos laborales, necesarios para la contratación, cuando hace poco nadie los pedía porque sencillamente no los consideraba necesarios. Los datos y estas impresiones parecen invitar a un moderado optimismo.