Científicos del grupo de investigación 'Higiene Brotamológica' (Hibro) de la Universidad de Córdoba han diseñado una herramienta digital que predice la aparición de salmonela en el yogur elaborado al estilo tradicional bajo unas condiciones concretas de temperatura y salubridad.
Esta herramienta predictiva está integrada en la aplicación informática 'MicroHibro', que pronostica el riesgo microbiano. Además, este instrumento de simulación permite establecer la vida útil de un alimento y conocer cómo se comportan los patógenos alterantes presentes en ellos.
La aplicación recoge los resultados del estudio titulado 'Modeling the survival of Salmonella Enteritidis and Salmonella Typhimurium during the fermentation of yogurt' y publicado en la revista Food science and technology international, en el que los expertos han analizado la concentración de la bacteria en yogures caseros para comprobar la influencia del pH en su supervivencia, según informa la Fundación Descubre en una nota.
"Los experimentos confirman que este microbio resiste a la acidez producida después de la transformación de la leche, aunque de forma residual", asegura el investigador de la Universidad de Córdoba Fernando Pérez, responsable del estudio.
Esta app, desarrollada íntegramente por este equipo de investigadores, cuenta con la financiación de la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
Para detectar y analizar la existencia de salmonela en este alimento, los expertos han utilizado leche fermentada preparada de forma casera. "Hemos desarrollado este estudio con un tipo de yogur tradicional, concretamente de origen turco. Empleamos unas bacterias específicas, fermentos lácteos concretamente, procedentes de este país, habituales para su preparación y prestamos atención a cualquier alteración en su composición, con especial interés en la evolución de Salmonela", detalla Pérez.
Durante un año, los científicos han realizado diversos experimentos con dos cepas de esta bacteria, concretamente con Salmonella Enteritidis y Salmonella Typhimurium. Para ello, la han inoculado directamente en el yogur. "Obtuvimos diferentes muestras que nos permitieron detectar la presencia y también los niveles de concentración de este microorganismo según la temperatura a la que se conservaba el lácteo", explica.
Con el objetivo de verificar si existe una relación directa entre la bajada del pH durante las fases de fermentación y almacenamiento del producto y la muerte de esta bacteria, los expertos han estudiado la cantidad presente de este microbio a diferentes temperaturas. "Analizamos un rango amplio, desde los cuatro grados centígrados hasta los 20 y, en el caso concreto de la fermentación, examinamos muestras a temperaturas de hasta 40 grados centígrados", apunta el responsable del estudio.
Según los resultados de esta investigación, las concentraciones de salmonela alcanzan las cotas más altas en el momento previo a la fermentación y tienden a desaparecer paulatinamente durante el almacenamiento. "En el proceso de transformación de leche a yogur, el pH baja y se incrementa la acidez. Esta disminución también puede producirse mientras se conserva el alimento, hasta que finalmente nos encontramos con una población residual de la bacteria que tardaría en desaparecer por completo unos 10 días", asegura Pérez.
Este estudio, financiado con fondos propios de la Universidad de Córdoba y de la Comisión Internacional de Microbiología e Higiene Alimentaria, ofrece nuevos datos sobre la aparición de microorganismos causantes de intoxicaciones alimenticias.
"Este es uno de los pocos trabajos científicos dedicados a analizar la supervivencia de salmonella en el yogur. En España, donde hay una legislación alimentaria y unas medidas higiénico-sanitarias muy estrictas, es improbable que se produzca contaminación de este tipo. Sin embargo, en países donde los controles aún son deficitarios, estas publicaciones ayudan a prevenir y evitar que se produzcan", augura el investigador.