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Martes 16/04/2024  

Andalucía

Construir de forma sostenible

Edificar de manera sostenible es uno de los retos de un sector responsable del 40% de la energía que consumimos.

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  • Imagen de todos los asistentes al acto de puesta en marcha de la Fundación Habitec el pasado 20 de enero en Málaga. -
La sostenibilidad es uno de los grandes retos que afronta el sector de la construcción, tanto en la edificación de viviendas como en la obra civil, y una gran parte de su esfuerzo inversor en innovación se destina a esta materia.
Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) ha respaldado 19 proyectos andaluces relacionados con la sostenibilidad en la construcción (tanto en edificación como en obra civil). Estos proyectos han movilizado una inversión privada superior a 16 millones de euros y han recibido incentivos por parte de CTA de casi 6 millones de euros.

En estos proyectos participan 21 grupos de investigación de las Universidades de Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla, que cuentan con un presupuesto subcontratado de 3,2 millones de euros.

Dada su especificidad y a petición de sus empresas miembros, CTA tiene además un grupo de trabajo especial dedicado a Edificación y Obra Civil, que reúne periódicamente a los representantes de las empresas miembros relacionadas con este sector que estén interesados para debatir y compartir las novedades, así como para estudiar posibles vías de colaboración.

Los proyectos respaldados por CTA enmarcados en esta área son de muy diversa índole y persiguen mejorar la sostenibilidad de la construcción desde diferentes aspectos: desde la reutilización de residuos como materiales de construcción hasta la reducción del impacto ambiental del propio proceso constructivo, pasando por innovaciones para mejorar la eficiencia energética de los edificios, es decir, para conseguir los mejores resultados posibles de confort (refrigeración, calefacción, iluminación…) con el menor consumo energético posible, mediante la integración de fuentes renovables y la mejora de los aislamientos térmicos.

Así, en obra civil, CTA está financiando proyectos para el desarrollo de nuevos materiales realizados a partir de neumáticos fuera de uso con aplicaciones en la construcción de líneas ferroviarias o aislamiento acústico de autopistas, así como proyectos que pretenden conseguir la elaboración del firme de las carreteras a partir de residuos de silestone o de escombros reciclados.

En cuanto a la edificación, los proyectos financiados por Corporación investigan nuevas herramientas informáticas para hacer más sostenible todo el proceso de construcción de los edificios (desde el proyecto hasta el mantenimiento), nuevas soluciones de fachada para mejorar el aprovechamiento energético, un ascensor ecológico (de impacto ambiental reducido), nuevos sistemas de climatización utilizando fuentes renovables como el Sol o un sistema para aprovechar la cubierta del propio edificio como una planta de energía solar fotovoltaica de alta concentración.

Especial importancia

La conciencia de la huella medioambiental es creciente en cualquier área de actividad, pero en un sector con un impacto tan relevante como el de la construcción tiene especial importancia y muchas empresas del sector están dedicando importantes esfuerzos al desarrollo de proyectos innovadores que les permitan reducirlo.

El sector de la edificación absorbe más del 40% del consumo final de energía y es responsable de un importante impacto medioambiental, ya que genera una elevada cantidad de residuos y produce la contaminación del aire, el suelo y las aguas.

En cifras generales que habría que ajustar en cada caso, del total de energía que consumimos, un 30% corresponde al transporte, otro 30% a la industria y un 40% a la edificación. Además, los edificios son la segunda fuente de contaminación de las ciudades, tras el tráfico de vehículos, con emisiones de dióxidos de sulfuro, óxidos nitrosos y partículas, además del 35% de emisiones de dióxido de carbono. Con estos datos, podemos hacernos la idea de la incidencia que puede tener el ahorro energético en este sector en la producción final de CO2 y la disminución del problema del calentamiento global.

El camino hacia la sostenibilidad pasa por la construcción de edificios de mayor calidad, mediante la mejora del comportamiento energético de la envolvente y los sistemas, así como incorporar fuentes de energía renovables y la reducción y racionalización de los costes de mantenimiento mediante la aplicación de los nuevos conocimientos científicos y tecnológicos. El principal desafío consiste en construir edificios de manera inteligente, que emitan poca contaminación y reduzcan su consumo energético sin olvidar la habitabilidad, salubridad y seguridad de los usuarios que vivan en ellos.

La sostenibilidad es, cada vez más, una exigencia. Para fomentar el ahorro y la eficiencia energética, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio creó, a partir del Real Decreto 47/2007, el certificado de eficiencia energética de los inmuebles y permite acreditar si han sido diseñados y construidos con criterios orientados a un ahorro en el consumo de energía.

En Andalucía, además, la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa obliga a los promotores a inscribir estos certificados en el Registro electrónico de eficiencia energética, cuya gestión es coordinada por la Dirección General de Industria, Energía y Minas.

Impulsar proyectos de investigación y desarrollo en la construcción industrial y residencial

Habitec, Centro de Tecnologías, Energías y Construcción del Hábitat, ubicada en Málaga e integrada por catorce patronos, nació como fundación dedicada al apoyo al sector de la construcción el pasado mes de enero. Entre sus misiones está la de encargarse de impulsar proyectos de investigación y desarrollo (I+D), ligados a este sector, tanto en su aspecto de construcción de edificios con un uso industrial, como en los que son destinados a uso residencial.

La fundación cuenta con un edificio que está ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía, en Málaga, que tiene unos 4.000 metros cuadrados y que ha supuesto una inversión de 4.131.000 euros, de los que 2.088.000 han sido aportados por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa a través de la Orden de Incentivos de Agentes del Conocimiento 2007 para la construcción y equipamiento del inmueble, y el resto por el Ministerio de Educación y Ciencia a través del Plan nacional de I+D+I para proyectos de I+D realizados en Parques Científicos y Tecnológicos aportando 2,1 millones de euros mediante dos créditos reembolsables en 15 años y que comenzarán a pagarse en el año 2010.

Un adecuado uso de materiales en un nuevo proceso constructivo

La construcción sostenible debe referirse además de a la correcta elección de materiales y procesos constructivos, al entorno urbano y al desarrollo del mismo. Incluye, por tanto, la adecuada gestión y reutilización de los recursos naturales y algo no menos importante, la conservación de la energía. La construcción sostenible, por tanto, está directamente relacionada con la planificación y el comportamiento social, los hábitos de conducta y un necesario cambio en el uso de los edificios con el objeto de incrementar su vida útil.

La construcción sostenible debe abarcar desde el momento en el que el arquitecto diseña el edificio o la obra pública, a la elección de los materiales con los que se levantará, su comportamiento a lo largo de su vida y deberá acabar en el momento en que esos materiales, terminen sus días en forma de residuos.

Por tanto, la construcción sostenible no debe referirse sólo al diseño de espacios habitables sino que ha de contemplar el uso de los mismos.

Son muchos los criterios que cabe establecer para determinar la sostenibilidad de una construcción, pero, al menos, pueden reducirse a media docena. Entre ellos, se han establecido el nivel de ocupación del territorio en el que se asienta, la influencia que ejercerá el edificio sobre el cambio climático, la capacidad para modificar el ciclo natural del agua, su influencia en modificar el ciclo natural de los materiales con los que está hecho y la calidad del espacio que se crea para ser ocupado por las personas.

Cabría un último elemento a tener en cuenta, el éxito en relacionar la calidad de la construcción con el precio a pagar por ella, algo que sólo se logrará cuando se hayan estandarizado los procesos

Segundo en importancia en España

El sector de la construcción ocupa el segundo lugar en cuanto a importancia económica se refiere en España, siendo uno de los que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años, no obstante, la crisis internacional en la que estamos inmersos le obliga, como al resto de sectores productivos a hacer una fuerte reflexión sobre cómo mejorar de cara al futuro, sobre todo teniendo en cuenta que con todos los subsectores en los que influye, es uno de los que genera mayores impactos medioambientales.

Existen numerosos estudios que afirman que los edificios en general consumen entre el veinte por ciento y el cincuenta por ciento de los recursos naturales existentes, contribuyendo, como no podía ser de otro modo, en gran manera, al aumento de las emisiones contaminantes y al incremento del conocido como efecto invernadero.
Y este proceso se produce tanto durante el momento de la construcción del edificio como a lo largo de su vida útil una vez terminados y entregados.

También resulta evidente el elevado impacto de su emplazamiento sobre el territorio, en torno al 80% de las personas reside en zonas urbanas, con influencia negativa en otros sectores como el del transporte y la energía.
Otro tema fundamental es la importante generación de residuos, constructivos, de mantenimiento y de derribo de los edificios, con perspectivas de aumento y dificultades para su reutilización o reciclaje.

Por todo ello, es necesaria la investigación en este sector con el fin de aportar soluciones innovadoras, incrementando la infraestructura tecnológica y buscando financiación para los planes de I+D en la construcción.
Es cierto que se han incrementado este tipo de actuaciones en los últimos años, pero hay que seguir innovando, por ejemplo, con materiales que no se usaban antes para reducir la cantidad de residuos inertes.

Proyectos de sostenibilidad en edificación

Azvi

La constructora andaluza Azvi ha desarrollado un proyecto de I+D+I respaldado por CTA cuyo objetivo ha sido mejorar la eficiencia energética y minimizar el impacto medioambiental en todas las fases de la edificación, desde la elaboración del proyecto hasta la construcción, el uso y el mantenimiento de la vivienda. El proyecto ha desarrollado herramientas que permiten diseñar y construir viviendas disminuyendo su consumo energético, mejorando el confort y la seguridad de los usuarios, así como minimizando el impacto medioambiental del proceso edificatorio, desde la extracción de materiales hasta la demolición y el reciclado. En el proyecto, han colaborado el grupo de Energética de la Universidad de Málaga y el grupo de Arquitectura Bioclimática de la Universidad Politécnica de Madrid.

Detea

La empresa de construcción e ingeniería Detea ha desarrollado, a través de un proyecto de I+D+I respaldado por CTA, unas innovadoras soluciones de fachada y cubierta para edificios del sector terciario que consigue una sensible reducción del gasto energético que producen los edificios. El proyecto, que ha supuesto una inversión de un millón de euros y ha requerido dos años de investigación, consiste en un sistema de doble envolvente del edificio que evita la fuga de calor en el invierno y la entrada de altas temperaturas y radiaciones solares en verano. Los nuevos diseños desarrollados por Detea para crear este sistema se encuentran en proceso de patente. El objetivo es conseguir edificios que alcancen una certificación energética óptima (A o B) a un coste mucho más bajo de lo que era posible hasta ahora.

Sodinur y Emvisesa

El grupo inmobiliario Sodinur y la empresa municipal de vivienda de Sevilla Emvisesa desarrollan un proyecto de I+D+I respaldado por CTA que se centra en la búsqueda de criterios compositivos y constructivos para la reducción de la demanda energética de su envolvente térmica, así como para la mejora de su eficiencia energética.El proyecto, en el que colabora el grupo de Ingeniería Ambiental y de Procesos de la Universidad de Sevilla, realiza una monitorización del comportamiento energético del edificio, del que se podrán extraer diagnósticos para mejorar tanto el consumo de energía primaria como las emisiones de CO2.

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