El anuncio del Gobierno local de peatonalizar la plaza Vargas y sus calles aledañas (Latorre y Pozuelo y la plaza Monti) tiene todos los ingredientes para convertirse en un nuevo conflicto entre los vecinos de la zona y los hosteleros. La relación entre ambas partes es complicada desde hace tiempo y ha sido motivo incluso de enfrentamientos personales y, para muestra, las pancartas que empapelan los balcones de algunos de los residentes de los pisos de esta plaza. Sin embargo, el pasado viernes, el Ayuntamiento desvelaba lo que para muchos era ya un secreto a voces tras haber mantenido un segundo encuentro con hosteleros y vecinos de la zona en el Consistorio. Según detallan desde el Gobierno municipal, esta actuación se enmarca dentro del Plan de Movilidad del Centro Histórico diseñado para favorecer la accesibilidad y dar mayor protagonismo al peatón frente al tráfico rodado.
En estos momentos, el proyecto se está redactando por parte de los servicios técnicos de Urbanismo, mientras que el Ayuntamiento tendría intención iniciar las obras dentro de tres meses, con un plazo de ejecución de otros tres, según ha podido saber este periódico. Dicha intervención tiene como objeto la regeneración del pavimento y la peatonalización de la Plaza de Vargas y de las calles Latorre, Pozuelo y Amargura, “generando un entorno más agradable y habitable, en el que el peatón tenga prioridad sobre el vehículo”, explica la alcaldesa, Mamen Sánchez. La propia regidora socialista estuvo presente el pasado miércoles en la reunión acompañada de los delegados municipales de Seguridad y Movilidad, Francisco Camas y José Antonio Díaz, respectivamente, el presidente de la Asociación Unión Local de Comerciantes, Asunico, Manuel García, en representación de comercios y hosteleros, y vecinos de la zona.
A quien no se invitó a ese encuentro, según denuncian, pese a representar a los residentes de la Plaza Vargas, fue a la Asociación de Vecinos del Centro Histórico, que tampoco fue avisada de la primera reunión. “Dejando de lado cómo se ha convocado, quien ha convocado, las ausencias intencionadas que se han tenido (por el colectivo vecinal y Acoje), la nula participación que se ha dejado tener pese a que estamos ante un gobierno que presume de transparencia y de participación allá donde va... a esta decisión se han opuesto todos los vecinos que estuvieron allí”, advierte el presidente del citado colectivo vecinal, Alejandro González. Avisa de que con esta intervención se va a crear un “conflicto directo” y de que “los vecinos no se van a ir de allí si es eso lo que pretenden”. De igual manera, González asegura que el Plan de Movilidad del Centro Histórico en el que el Ayuntamiento justifica esta actuación “no existe y de él no se hablado en ningún momento, ni en la Mesa de Movilidad”.
Por tanto, considera que este proyecto responde a una intervención “aislada” que “se han sacado de la manga obedeciendo a sectores a los que quieren beneficiar intencionadamente”. En contraposición, Asunico, por su parte, entiende que con esta medida se “da una solución a los problemas que origina la Plaza y califica la reunión como “muy positiva” y que “la han pedido los vecinos”, señala su presidente Manuel García.
Una plataforma única que conserva los adoquines antiguos
Según apunta el Ayuntamiento, la actuación contempla la creación de un espacio de plataforma única, eliminando bordillos e integrando el acerado, así como la recuperación de los adoquines antiguos de estas calles, que se reformarán en los tramos de mayor deterioro y se adaptarán a un formato más aplanado para facilitar la accesibilidad. “Con este proyecto, al igual que el que hemos ejecutado en La Plaza de Las Angustias, pretendemos implantar un modelo de ciudad con un centro histórico más habitable y concebido como lugar de encuentro, en consonancia que nuestra estrategia global para la regeneración y revitalización de este ámbito, dentro de la cual, figuran además otros proyectos que ya son realidad, como la reordenación de la Plaza de Belén”, indican. Por contra, desde la Asociación de Vecinos del Centro Histórico consideran una “incoherencia” permitir que “se llene todo de veladores” con esta medida “en una zona que hace seis meses declararon Zona Acústicamente Saturada porque reunía los requisitos acústicos para hacerlo”. ¿Qué controles y garantías vamos a tener de que no se van a incumplir la ordenanza de veladores cuando los horarios se incumplen en todo Jerez?”, se pregunta el dirigente vecinal.
