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"En el PP debe haber debate y no trabajar en base al amiguismo"

José Blas Fernández cree que en su partido tiene que haber cambios tras la marcha de Rajoy y es consciente de que Teófila lo ha defendido con capa y espada

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José Blas Fernández (1947) es graduado social y licenciado en Ciencias del Trabajo y en Relaciones Industriales. Está casado y tiene dos hijos. Admite que no tiene aficiones desde que era pequeño, cuando jugaba al tenis de mesa y al baloncesto. Pasa largas horas en su despacho, leyendo y formándose, con un “reciclaje permanente”. Cuando viaja lo suele hacer a sitios recónditos y tranquilos, teniendo como zonas de preferencia la sierra de Aracena o Valderas, en León, de donde es la mujer del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Algunos se creen que el partido es suyo. Me quitaron de en medio porque no hice la pelota

Lleva 35 años en política, pero en sus años mozos fue detective privado y payaso de hospital. Entre su anecdotario contó su actuación en el Circo Ruso -que instalaban en la Cuesta de las Calesas- donde sustituyó al payaso original que no sabía castellano. Le pagaron 500 pesetas por el fin de semana.

José Blas Fernández, concejal del PP.

¿Cómo llegó la política?

—En el año 80 yo ya era presidente del colegio de Graduados, era un joven que destacaba en Cádiz y José Ramón del Río, que era presidente provincial de Alianza Popular (AP), configuró una lista con representantes de distintos colectivos profesionales. Éramos profesionales en la política, no de la política. Conocíamos la ciudad y lo que intentaban en aquel momento era meter a personas con conocimiento de ciudad.

¿Cuánto le queda en la política?

—Me queda un año y ya no quiero continuar. En total serán 36 años. Creo que en la política deben llegar profesionales, pero no profesionales de la política que vienen a por un sueldo y ser dados de alta en la Seguridad Social. Ni en Senado, ni en Diputación, ni en el Parlamento he cotizado porque tenía que pedir la compatibilidad. Tenía una asignación.

¿Cómo ve la política ahora?

—La veo muy mal. El político ya no tiene credibilidad para la ciudadanía. Hay un ‘engañabobos’ permanente, se va en función de lo que dice la masa. La gente prefiere un cambio porque piensa que el conjunto lo hace mal y apuesta por lo nuevo. Y al final lo nuevo no vale nada, languidece, como ha ocurrido en nuestra política municipal. Están codo con codo para ocupar un puesto, pero no todos hacen la misma gestión. Hay que entregarse y ser sacrificado. Estar cercano al votante y al conjunto. Jamás miré el color político de nadie. Tengo buenos amigos en el PSOE de mi  etapa de oposición.    

¿Qué va a hacer cuando salga de la política?

—Seguiré mi vida profesional y corporativa en los colegios. No me duelen prendas de trabajar por la vida pública. Pero las puñaladas traperas son peores desde dentro que desde fuera. Líbrame de mi amigo que del enemigo ya me libro yo. Lo que no puede ocurrir es que algunos se crean que el partido es suyo y dispongan de la gente en función del amiguismo. Hay muchos pelotas en los partidos. Yo tengo esa ‘desventaja’, nunca le hice la pelota a nadie y como no tuve padrinos, lo que venían era a quitarme de en medio,  y así lo consiguieron.

¿Se ha sentido desplazado dentro del partido?

—Si porque al tener un currículum de trabajo, ves que los que están contigo, en las mismas condiciones que tú, no han hecho ni la octava parte y continúan en la política porque tienen amigos. No se valora nunca el trabajo de las personas. En el PP debe haber debate y no trabajar en base de amigos. Ahora que se ha ido Rajoy  debe haber críticos, pareceres, candidatos y que se digan las verdades. Habrá que buscar fórmulas. No creo que el mayor o el joven deban descartarse: trabajo y lucidez debe tenerse en cuenta. En este partido, como en otros, hay un círculo que es Madrid y otro que es Sevilla y el que no esté metido en este círculo no se come un pimiento.

¿Seguirá dentro de la política y del PP cuando se haya ido del Ayuntamiento?

—Me gustaría seguir en el PP, hay muchos puestos en la política, además del Ayuntamiento,  donde puedo desempeñar una labor perfecta con mi conocimiento. La política no sólo es la municipal y puedo hacer mucho por la política a nivel de trabajo y contratación. He llevado 32 proyectos de ley en la décima legislatura, mientras que a mi lado leían libros y jugaban a los toros.

¿Qué opina de los casos de corrupción?

—En los partidos hay personas honradísimas que no son corruptos. Pero hay corruptos que han llegado porque no se ha sabido leer sus currículos, se han aprovechado del cargo y encima los demás tenemos que pagar por tener un cargo, como cuando nos llamaban asesinos o chorizos. Es triste estar en un lío que parezca que todos los que estamos en el PP somos corruptos. Es injusto y quiero ver que a todos los que han cometido corrupción les caiga el peso de la ley entero, para que no se vayan de rositas.

Si hubiese gobernado, ¿habría sido de nuevo concejal de Hacienda?

—Yo me rodeé de magníficos profesionales. Cuando ellos alertaban de algo, yo me peleaba con el sursum corda para que no estuviéramos en el filo de la navaja. Ella me dio dos opciones o Urbanismo o Hacienda. Para evitar que me puenteara, porque era arquitecto técnico, me fui a Hacienda. En estos años de crisis parecía que quien pagaba los sueldos era yo, buscaba el dinero como las ratas, por los boquetes. Pero la gente ya no se acuerda.

¿Qué relación tenía con Teófila Martínez?

—Fue siempre de mucho respeto. Más de una vez, muchos le dirían que me quitara de la lista, y sé que ella me defendía con capa y espada. Me trató distinto a los demás. A pesar de mi carácter, tuvimos encontronazos. Ella por mí, hasta ahora, ha intentado dejarme en un papel que correspondiese con mi estilo, mi forma. Ella lo ha valorado. A mí nunca me puenteó en ninguna gestión de mis delegaciones. Yo la sentía tranquila conmigo.

José Blas Fernández, concejal del PP.

 

¿Cuál es el mejor recuerdo de estos años?

— El pleito del Mercado Central. Nunca lo olvidaré el desalojo físico de los puestos, siempre tuve el respaldo, igual que rescatar la Cárcel Real. Fueron dos cosas muy simbólicas y tirar una grúa puente de los terrenos ociosos de Astilleros para dar paso a la expropiación. Para mí también son una satisfacción los aparcamientos hechos.

¿Y el peor recuerdo?

—El más injusto, torticero y de malas personas los que alentaron al juez a que nos imputaran en el Caso de las Balas al secretario municipal y a mí. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Ahí sigue el solar y el aparcamiento sin sentido en superficie. Fue muy duro y buscaron la fórmula de derivarlo hacia mí. Querían tenerme a mí como muerto.

¿Alguna espinita clavada de sus años de gobierno?

—La incomprensión del cargo que ostentaba. Poner impuestos, aprobar unos presupuestos, las multas en la empresa de aparcamientos, el que sube la luz. ¿Cómo ve al equipo de Gobierno? —Ellos fueron a la tómbola de las elecciones, vendieron demagogia, insultaron a todo el que pudieron y en un momento de crisis vendieron mentiras. Es un equipo descoyuntado, no hay una directriz clara. Es vergonzoso que sea el único equipo al que le han echado en democracia para abajo unos presupuestos por ilegales. Tendrán que hacer una purga grande en las próximas elecciones.

¿Ve algo positivo en la gestión del equipo de Gobierno?

— Por la ciudad sólo he visto aspavientos, pero Cádiz está ahí. Lo poco que han hecho es el carril bici, al que no le han hecho nada. Han vivido de la herencia nuestra, cosas que ya estaban planificadas. Son herederos para lo bueno y para lo malo. Les ha perdido el odio hacia quienes gobernaron antes que ellos. Por ejemplo, lo que han hecho con los funcionarios que han visto como si fueran gente nuestra. Es injusto que haya gente que esté marcada porque hubieran seguido nuestras instrucciones.  

José Blas Fernández..

En tres palabras, ¿qué pasa con el bono social?

—El bono social lo he apoyado y aprobado en Eléctrica, pero no estoy de acuerdo con un bono fraudulento. Lo han derivado a una fundación que a su vez percibe dinero de la matriz, Eléctrica de Cádiz. Ahora la utilizan para sacarle dinero a la mercantil  (600.000 euros anuales) y de ahí pasarlo a la fundación y después pagarle a los clientes de Eléctrica. Esto supondría desgravar 1.120.000 euros. Me olió a fraude fiscal, pedí informe a Cuatrecasas y me dio la razón. Tampoco se puede olvidar que se debe llegar a un acuerdo por mayoría cualificada (con los tres votos en contra de Endesa), eso puede acabar con que Endesa pida sus beneficios. Espero que me responda la Dirección General de Tributos, con la consulta vinculante, y si me dice que lo haga, lo haré. A mí no me incurre nadie en una prevaricación a sabiendas.

¿Qué papel está jugando el PP en la oposición?

— Creo que estamos haciendo una oposición muy valiente porque tenemos a todos contra uno. Nosotros somos los que llevamos más propuestas al Pleno, los más críticos al Gobierno y los que hemos recurrido. El revanchismo y el odio en política se pagan muy caro.  Me gustaría ver la declaración de bienes de todos ellos cuando salgan del Ayuntamiento, porque muchos de ellos entraron sin cuenta corriente.

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