Los vecinos de la calle Ávila están empezando a organizarse para protestar ante las molestias que vienen sufriendo desde hace algunas semanas después de que el antiguo hotel haya sido acondicionado como albergue improvisado en el que acoger a los menores migrantes que llegan a las costas de la provincia.
La primera de las iniciativas está consistiendo en una recogida de firmas en la que de algún modo expresan su malestar y reclaman soluciones ante una situación que se está prolongando en el tiempo quizá más de lo que los propios vecinos esperaban.
La principal queja que se traslada desde las viviendas más próximas al antiguo hotel Ávila está originada por el “escándalo diario” que provoca la presencia de menores en este edificio y su “falta de control”. “El vocerío es permanente. Los niños se asoman a los balcones y empiezan a hablarse a gritos desde una a otra habitación, y da lo mismo que sea de día o de madrugada”, lamenta Cristóbal, que es uno de los vecinos afectados.
A este hecho se suma que los menores que llegan tarde al improvisado albergue se encuentran con que la puerta está cerrada y no se les permite el acceso, una situación que suele derivar en “un pitote importante” y que incluso provoca la aparición de los efectivos tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local. “Allí parece que no hay un horario en el que se ponga todo el mundo a dormir.
Además, los cuidadores de estos menores son chavales y chavalas muy jóvenes a los que no hacen ningún caso”, advierten los vecinos.
La convivencia entre los menores y los residentes en las viviendas más próximas tampoco parece atravesar por su mejor momento, ya que según estos últimos los menores “no tienen respeto ninguno”.
Incluso, un redactor gráfico de este medio ha sufrido un conato de agresión cuando pretendía grabar imágenes del antiguo hotel. Ante esta situación, los vecinos no descartan la posibilidad de que a corto plazo se organice alguna acción de protesta.
La APDHA ya dio un primer aviso
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ya alertó hace apenas una semana de la inadecuada localización de este improvisado albergue para los menores, advirtiendo entre otras cosas de que la administración debe prevenir posibles problemas al mismo tiempo que asegurar la convivencia con la población más cercana.