Romero lamentó hoy el tratamiento que reciben los más de tres millones de autónomos españoles y que los poderes políticos únicamente hablen "de paso y como con miedo" de ellos. Así, pidió que las reformas laborales también beneficien a los autónomos porque, como recordó, emplean al 70 por ciento de los trabajadores de este país.
"Ni ahora somos tan malos ni antes éramos tan buenos. Antes no éramos dioses (...) ni ahora somos diablos", aseguró el gaditano, que también reclamó que sus representantes formen parte de las negociaciones de la concertación social y que el Gobierno promueva decretos que aplaquen su situación.
En su caso particular, subrayó que no quiere que le perdonen sus deudas --que superan los 80.000 euros--. Quiere pagarlas con su "esfuerzo y trabajo" pero necesita que se le conceda "un tiempo" para poder afrontarlas.
Con respecto a las cantidades que a él le adeudan, explicó que hace unos diez o doce días, cuando él ya había emprendido marcha, los 35.000 euros que el Gobierno le debía por la construcción del Instituto de Viviendas de las Fuerzas Armadas (Invifas) en La Línea de la Concepción, fueron saldados.
Tras más de 640 kilómetros a sus espaldas y tres pares de zapatillas gastados, este trabajador de 50 años que sufre diabetes e hipertensión, prosiguió hoy su camino hacia el Palacio de la Moncloa, donde espera ser recibido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Después, Manuel regresará a Chiclana para ver a su familia, pero, como advirtió, ya piensa en volver a Madrid, para, si hace falta, sentarse "con una pancarta" durante "uno o dos meses" y ver si "alguien se aburre y me recibe" puesto que, según sus palabras, y después de haber despedido a los 50 trabajadores que tuvo empleados, no tiene "otra cosa" que hacer.
A su llegada a la Carrera de San Jerónimo, Manuel fue recibido por la portavoz del PP en la Cámara, Soráya Sáenz de Santamaría, y por el diputado de CiU Carles Campuzano. También le acompañó el presidente de la Federación de Autónomos ATA, Lorenzo Amor, que le calificó de "héroe" y que vio en él un "ejemplo del drama social que viven muchos autónomos".
Por su parte, Sáenz de Santamaría lamentó que los autónomos como Manuel tengan que cerrar su negocio y quedarse en la calle mientras el presidente del Gobierno "no tiene soluciones y lo único que ofrece es una subida de impuestos".
Campuzano pidió al Ejecutivo que el testimonio del gaditano "sirva para que de una vez por todas se tome en serio esta crisis" y lamentó que éste se haya visto abocado a esta situación "no por sus responsabilidades, sino por las medidas que el Gobierno ha sido incapaz de tomar". Al respecto, recordó los problemas que las pymes tienen con la morosidad del sector público y privado y su falta de acceso al crédito".