La Archidiócesis de Sevilla ha instado al Ayuntamiento a que se comprometa por escrito a que en el próximo Presupuesto de 2019 incluirá una partida específica para el pago de parte de los tres millones que el Gobierno local se ha comprometido a abonar para liberarse de la obligación de restaurar la iglesia de Santa Clara. Sería, en concreto, la anualidad correspondiente a dicho año, la segunda de las cuatro en las que el Consistorio tiene previsto prorratear el pago.
Así se prevé en el documento que ya ha redactado Urbanismo, al que ha tenido acceso Viva Sevilla, y que la Gerencia llevará al Consejo de Gobierno que se celebrará el próximo miércoles. Y de ahí, al pleno del viernes 30.
En dicho informe se incluyen las estipulaciones que rigen la novación del convenio de compraventa del convento de Santa Clara que firmaron Consistorio y Archidiócesis el 9 de noviembre de 2001, por el cual el primero va a pagar tres millones más en vez de asumir la reforma de la iglesia, y la segunda escriturará a nombre del Ayuntamiento las partes del complejo vendidas hace 17 años.
Respecto al pago liberatorio que acepta realizar el Ayuntamiento, el documento desglosa el calendario de pago de esos tres millones de euros. Será en cuatro anualidades, tal y como avanzó este periódico hace tres semanas. Cuatro pagos que se distribuirán así: 200.000 euros en 2018 (que se efectuará dentro de los tres meses posteriores a la firma del convenio, previsiblemente antes de fin de año), 782.416,81 en 2019, 950.000 en 2020, y finalmente algo más de un millón (1.150.000) de euros en 2021.
Sin embargo, en cuanto al otro punto clave, la transmisión de la titularidad, el documento prevé que la Iglesia otorgue “escritura pública de transmisión a favor del Ayuntamiento (...) una vez constate que la Gerencia de Urbanismo habilita crédito suficiente en su Presupuesto de 2019 para el pago de la citada anualidad (782.000 euros)”.
¿Y si no hay Presupuesto?
La garantía de cobro exigida por la Archidiócesis abre la puerta a otro posible escenario que no debe descartarse: que no salgan adelante las próximas cuentas municipales y el Gobierno local de Juan Espadas se vea obligado a prorrogar las actuales.
Ello obligaría a promover una modificación presupuestaria del Presupuesto vigente. Y si esta opción tampoco prospera, el nuevo convenio que está a punto de rubricarse quedaría en el aire.